Klaus / En casa de TJ
21 de octubre - 11:14
Hoy es festivo y para la semana que viene no tenemos casi nada, así que la pandilla de la Red Roulette hemos decidido reunirnos para hablar sobre el jodido juego. Esta quedada era muy necesaria y se tendría que haber hecho antes, ya que los cuatro solo nos juntamos para jugar las partidas semanales y nunca nos paramos a hablar sobre lo raro que es todo esto.
Con la tontería, ya hemos jugado ocho partidas a lo largo de las semanas, y en todas ellas ha ocurrido de todo. Todos ya hemos confesado muchos de nuestros pecados al resto con las cartas de los secretos, con las del amor hemos tenido que hacer algunos retos salseantes, aunque de momento nadie ha tenido que liarse con nadie, y todos hemos sufrido diferentes daños por culpa de las cartas rojas, las de la tortura.
- ¿Vosotros cuánto creéis que va a durar todo esto? - dice TJ mirando la pila de cartas con los retos que todavía nos quedan por hacer. - A ver, los desafíos que ya hemos cumplidos los vamos tirando, y aquí solo hay lo que nos queda por hacer. Tendríamos que contar todas estas cartas y dividirlas entre cuatro, que es el número de jugadores, y lo que nos dé será la cantidad de partidas que nos quedan por hacer.
- Vaya, me has sorprendido con esas matemáticas. - le confieso. - Creía que eras más tonto.
- Tú mejor cállate que tampoco eres Einstein. - dice picado. - Venga, ahora por hablar vas a contar tú las cartas.
- ¡Si hombre! ¡Propones tú la mierda de idea pero soy yo el que la hago! - tendrá morro este tío.
- Ay mira, si os tenéis que pelear por contar unas cartitas ya lo hago yo. - Leo intenta poner orden.
Él coge las cartas y se pone a contar mientras el resto tocamos otros temas de la ruleta.
- A ver, es crucial saber el tiempo que estaremos jugando a esto, así que ya viene bien que lo calculemos ahora. - habla Gwen. - Otra cosa importante ya no sería ni el qué ni el dónde, sinó quién. ¿Quién está detrás de todo esto? ¿Y cómo es que sabe si cumplimos o no el reto? Esto es raro de cojones. - bufa la castaña.
- No tengo ni idea. - empiezo a hablar. - Una vez lo comentamos un poco... Tal vez es alguien que siempre nos vigila, pero es algo poco probable, ya que esta persona supongo que tendrá cosas más importantes que estar espiando a unos adolescentes. Luego dijimos que a lo mejor aquella persona no nos observa directamente sino que lo hace a través de una cámara, o tal vez desde un microchip. - les recuerdo.
- Sí, yo creo que es eso último, tiene mucho más sentido. El idiota que nos está haciendo esto no perderá el tiempo ni se arriesgará al espiarnos, en cambio si nos graba puede evitar ser descubierto y encima es mucho más práctico. - menciona TJ.
- Sí, creo que esto está bastante claro... No tenemos pruebas pero es evidente que el que está detrás de todo debe de hacer algo de este estilo para comprobar si seguimos bien su juego. - opina Gwen.
- Exacto. - vuelvo a hablar. - Ahora ya tenemos una idea de lo que hace esta persona, pero lo que no sabemos es quién es y por qué lo hace. - esto me está torturando la cabeza.
- A ver, tiene que ser alguien que nos odie a todos nosotros, algo raro ya que a mi casi nadie me odia. - dice TJ, el muy creído. - Pero si que hay mucha gente que detesta o critica a Klaus y a Gwen, así que a lo mejor todo esto iba por vosotros. - este tío ya me ha cabreado.
- Mira TJ, tú le caes mal a medio instituto, lo que pasa es que te crees que por gustarle a la gente popular ya todos te admiran. - le digo con suma sinceridad. - ¡Pero en realidad eres un maleducado! A mí siempre me has molestado desde que soy pequeño y este año por lo menos ya no lo haces tanto debido a toda esta movida, ¡pero con los demás sigues igual! Te metes con los débiles, te burlas de los raritos, utilizas a los listos para que te hagan los deberes y ni les das las gracias, le rompes el corazón a las chicas y sientes orgullo por ello, tratas mal a los profesores, eres presumido, egoísta, arrogante y prepotente, y a pesar de todo te haces llamar "el guay del insti".
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Red Roulette
Misteri / ThrillerEn todos los institutos siempre hay los mismos grupos: los populares, los raros, los listos, los buenos, los malos... Todos los alumnos ya tienen su etiqueta y nunca se dirigen la palabra con los que no son de su sector. Sin embargo, la aparición de...