Capítulo - 30

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Ally / En el aula D

Jueves 2 de noviembre - 7:55

Hoy empiezo mi día con francés, menudo palo. Al ser una asignatura optativa, no estoy en mi aula habitual con los de mi clase, durante estas horas todos nos mezclamos, y estamos con gente de diferentes líneas.

Por culpa de mi hermana Kelly y sus rabietas, casi llego tarde, pero por suerte aquí estoy. Me dirijo a mi sitio, pero veo a una rubia insoportable ocupando mi lugar.

- ¿Qué haces aquí, Cassie? Este es mi sitio. - coloco mi mochila encima de la mesa.

- Lo siento, Ally. - me responde ella, con un tono cursi pero repelente al mismo tiempo. - Tengo unos asuntos pendientes con tu compañera. - mira a Melanie cuyo pupitre está al lado del mío.

- No sé de qué me hablas. - responde Melanie, que evidentemente está de mi parte. - Anda, vuelve a tu sitio y deja a Ally sentarse.

- De eso nada. - la rubia se niega rotundamente a levantarse de mi sitio. - Venga Ally, ¡es solo una clase! Tú puedes sentarte en mi sitio, está allí al fondo de la clase. - miro su mesa y veo que su compañero de hombro es Bryce. - Oh, ¡mira! Pero si te sentarás con Bryce, estarás contenta... - se le escapa una risita.

- ¿Contenta por qué? - le pregunto muy extrañada.

- ¿No os liasteis en la fiesta de Halloween? - ahora es ella la que parece extrañada.

- ¿Qué? ¿Quién te ha dicho esto? - está claro que me he perdido algo.

- No sé, cosa de los Lions... Ya sabes como somos los Harveys con los rumores y cotilleos...

No me lo puedo creer. No sé qué mierda ha pasado, pero no voy a permitir que la gente vaya contando mentiras sobre mí. Enfadada, voy directa hasta el fondo de la clase, para sentarme en el sitio de Cassie, y poder hablar con Bryce.

- ¡Ally! ¿Dónde vas? - me grita Melanie desde su sitio. - ¡Pero no me dejes sola con esta tipa! - se queja.

- ¡Lo siento! ¡Tengo que solucionar esto! - le respondo sintiéndome un poco mal por haberla dejado con la pesada de Cassie.

Me siento al lado de Bryce, y en cuanto me ve, me sonríe con su simpatía de siempre.

- ¡Profe! Pero, ¿qué haces aquí? - se ríe.

- ¿Qué mierdas les has contado a tus amiguitos? - le pregunto sin rodeos.

- Agh... ¿Te refieres al rumor de que nos enrollamos en la fiesta? - yo asiento con la cabeza. - Mira, yo no tuve nada que ver. Chris, que fue el que nos vio bailar juntos, estuvo toda la noche molestándome con aquello, y se dedicó a decirles a todos los Lions que tú y yo nos habíamos liado. - me explica con total sinceridad. - Te prometo que yo estuve todo el tiempo desmintiendo lo que él iba contando, pero ya sabes como son los Lions...

- Bueno, está bien... - suspiro. - No creo que este rumor dure mucho. En menos de dos horas estos chicos ya tendrán otro cotilleo con el que entretenerse.

- ¡Claro! - me da la razón. - También te digo, hay que ser tonto para creerse esto... ¿En qué mundo tú y yo nos enrollaríamos?

- ¡Ya! ¡Si no pegamos ni con cola! - los dos nos empezamos a reír.

- ¡Eso no tendría sentido! - añade el moreno.

- Exacto, no tendría ningún sentido...

De repente, nuestra profesora de francés entra y todos dejamos de hablar, porque ya va a empezar la clase. 

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