Melanie / En el Derry's Berries
Martes 12 de septiembre - 18:46
Estoy en una de las mejores cafeterías de Glendale, mi ciudad.
El Derry's Berries tiene mucha fama entre los jóvenes californianos, no solo por sus deliciosos batidos de frutos rojos, que es el plato estrella del lugar, sino también por las instalaciones. Es un sitio con un aire retro muy atrayente, en el que los colores más predominantes son el rosa, el azul turquesa, el blanco y el negro. Algo que también lo caracteriza es que los camareros van todo el tiempo en patines, para ir con rapidez y agilidad y darle un toque de gracia a la cafetería.
Y ahora me encuentro aquí, pero no disfrutando de las dulces bebidas, de la música noventera que suena por la radio, o de los lujosos servicios del lugar, sinó montada en unos patines y atendiendo a mis clientes. Sí, este es mi trabajo.
Mis padres nunca han ido justos de dinero, de hecho, opino que vivimos muy bien y nos podemos permitir bastantes privilegios, pero el año que viene ya seré mayor de edad y ellos quieren que ya empiece a ganarme un poco la vida. Hace unos meses me dijeron que a partir de ahora los caprichos que quisiera me los pagaría yo, y que ya era lo suficiente mayor como para empezar a cobrar, así que no he tardado en pillar un curro.
Sabía que no me resultaría difícil encontrar trabajo en este sitio como camarera, porque desde pequeña se me ha dado muy bien el patinaje, y eso le ha gustado a mi jefe, ya que es uno de los grandes requisitos que necesitaba para ocupar este lugar.
Trabajo los lunes, los miércoles, y los viernes, de seis a ocho. Es poco tiempo, pero para empezar no está nada mal.
Ya llevo una semana trabajando aquí, y de momento me gusta bastante todo esto.
Oh, por dios. Retiro todo lo dicho. Este trabajo es una mierda.
Acaba de entrar TJ por la puerta, ese chico que me tiene medio enamorada, y ahora voy a tener que atenderle, ¡qué horror!
Va acompañado de un chico un poco mayor que él que parece ser su hermano, ya que tienen un gran parecido. Los dos toman asiento y no me queda otra que acercarme a su mesa.
TJ al verme me sonríe a la vez que arquea una ceja, supongo que no se esperaba encontrarme trabajando.
- ¡Melanie! ¿Qué te trae por aquí? - habla antes de que yo pueda atenderles.
- Trabajo aquí. - menuda respuesta más estúpida que le acabo de dar, creo que con estos ridículos patines y el uniforme tan cantón que llevo, queda más que claro que soy una trabajadora del lugar. - Mis padres quieren que me empiece a ganar un poco la vida porque creen que ya soy mayorcita, y aquí estoy. - concreto más.
- Oh, guay.
Guay... Tenía miedo de que TJ me pudiera juzgar por esto, pero le ha parecido "guay". Ay, es que yo lo intento, pero, ¡es imposible no volverse loca por él!
Ya sé que está enrollado con mil tías, lo sé, pero mi cerebro y mi corazón nunca van de la mano cuando tengo que tomar este tipo de decisiones... El amor es incontrolable, nadie puede elegir de quién se enamora.
- Bueno caballeros, ¿qué se les ofrece? - vuelvo a mi papel principal, el de camarera.
- Humm... Yo tomaré un batido de arándanos y frambuesas. - pide amablemente el chico que acompaña a TJ.
- Y yo unas galletas de chocolate, por favor. - me pide lo mismo que querría un niño de cinco años.
¿En serio? Ir al Derry's Berries y no pedir nada que contenga "berries" es un crimen, pero bueno, es TJ, se lo voy a perdonar.
Tomo nota y me voy a la cocina para darles el pedido a los cocineros. En un periquete ya lo tienen todo preparado, así que no tardo en volver a su mesa para darles el batido y las galletas.
- Muchas gracias, todo tiene muy buena pinta. - me sonríe TJ.
Yo le devuelvo la sonrisa y justo cuando doy media vuelta para irme, noto como el chico me toma del brazo.
- ¿Dónde vas? - me pregunta TJ en un tono divertido.
- Tengo trabajo. - me duele tener que ser tan seca con él, pero hay que ser profesional.
- ¿Que tienes trabajo? - mira a nuestro alrededor, que ahora mismo está bastante vacío. - Solo hay cinco mesas ocupadas, y todas ya tienen su pedido. Venga Melanie, quédate un rato. - junta las palmas de su manos para rogarme que no me vaya.
- Está bien. - acabo cediendo porque se me hace imposible negarse a algo que me pide él.
- Bueno, por cierto, este es mi hermano Tyler, que antes no os he presentado... - parece que antes estaba en lo correcto, eran hermanos.
- Hola, soy Melanie. - nos damos la mano para saludarnos.
- Encantado. - me dedica una leve sonrisa. - Eres el nuevo lío de TJ, ¿no? - oigo como su hermano le da un golpe con la pierna por debajo de la mesa.
- No, solo somos amigos. - él responde rápido y medio avergonzado.
- Ya... Eso dices ahora, pero luego ya veremos. - espero que Tyler esté en lo cierto.
- Eh, bueno... - TJ intenta cambiar de conversación. - Y a ti Melanie, ¿qué es lo que más te gusta para tomar en el Derry's Berries?
- Sin duda el batido de cereza, es mi favorito. - a ver si se lo apunta para no volver a pedir unas putas galletitas en este sitio.
- Qué casualidad... - el castaño se empieza a reír. - Este también es el favorito de Cassie... - agh, ya tardaba en mencionarla.
- Tío, ¿cómo puedes hablar a tu próximo lío de tu media-novia? - su hermano le riñe.
- No importa... - decido reírme de la situación para no llorar. - Para empezar, yo no soy su próximo lío, y no me importa que hablemos de Cassie, ¡me cae super bien! - esta es la mentira más grande que he llegado a decir nunca.
- ¿Ah sí? - TJ me mira confundio. - Pensaba que no os llevabais bien por lo de... - me parece que ha preferido no mencionar lo que ocurrió el lunes en el recreo, ya que no ha querido terminar su frase.
Antes de que me dé tiempo a pensar una respuesta coherente a su pregunta, un grupo de adolescentes entran a la cafetería, así que aprovecho para huir de la situación y atender a mis nuevos clientes.
Los dos se han quedado con la ganas de seguir hablando, y yo por un lado también, pero el trabajo siempre está por delante de todo.
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Red Roulette
Misterio / SuspensoEn todos los institutos siempre hay los mismos grupos: los populares, los raros, los listos, los buenos, los malos... Todos los alumnos ya tienen su etiqueta y nunca se dirigen la palabra con los que no son de su sector. Sin embargo, la aparición de...