Cassie / En el Derry's Berries
Viernes 22 de septiembre - 18:24
Esta tarde me voy a divertir.
Hace una semana me enteré de que mi buena amiga Melanie trabaja en la famosa cafetería de Glendale, el Derry's Berries, así que aquí estoy, esperándola con ansias. Me encuentro en una mesita redonda, con Tiffany y Gabriella, que me han acompañado.
- ¿Estás segura de que hoy trabaja? Yo no la veo por ningún sitio... - dice Gabriella mirando a su alrededor con el peor disimulo que he visto jamás.
- Que sí, ¡me lo dijo TJ! Tened paciencia. - les contesto muy convencida.
Es justo aquí cuando Melanie sale de las cocinas, sujetando unas bandejas. Patinando, va de una punta a otra para llegar a la mesa donde tiene que servir los platos.
- Oh por dios, miradla. - se burla Tiff. - ¿Habéis visto el uniforme que lleva? Está rídicula.
Eso no es verdad. Puedo criticar mil cosas de Melanie, pero siempre con realismo, y ella no está ridícula, esto es un hecho.
El uniforme no me parece para nada feo, de hecho, de todos los uniformes que he llegado a ver en cafeterías, este es de los mejores. La chica lleva una camisa blanca con una placa donde hay grabado su nombre, una minifalda rosa, unos calcetines que le llegan casi a las rodillas, y unos patines de un color azul turquesa. Tiene su melena castaña oscura recogida con un coletero del mismo color que sus patines.
En fin, que va mona. De hecho este es el objetivo de muchas cafeterías, conseguir que las camareras vayan guapas para que sea otro factor que atraiga a la clientela.- Sí, es patética. - digo finalmente.
Cuando Melanie acaba de servir a los de la otra mesa, por fin nos ve a lo lejos, y pesar de la distancia, puedo llegar a percibir su terror al vernos. Después de asimilar lo que acaba de ver, la alemana acaba aproximándose a nuestra mesa para atendernos.
- Buenas tardes señoritas, ¿qué se les ofrece? - actúa con profesionalidad al ignorar el hecho de que nos conocemos.
- Wöhler, ¡qué sorpresa verte por aquí! - intentar evitarme nunca será una opción para ella, no sé ni porqué lo ha intentado si ya sabe como soy.
- Más sorprendida estoy yo. - suspira. - ¿Qué queréis tomar?
- Yo un batido de fresas con nata, por favor. - le pide Gabriella.
- Yo lo mismo. - le responde Tiff.
- A mí ponme un batido de... - miro toda la carta para perder el tiempo. - Mmm... De arándanos.
- Perfecto. - dice la morena anotándolo todo.
- Espera, ¡no, no! Pensándolo mejor, me apetece más un batido de frambuesas. - Melanie resopla y tacha en su libreta mi pedido para apuntar el nuevo. - ¡No! Mejor uno de moras, ¡este sabe mejor! - la puteo cada vez más.
- Vale, un batido de moras para Cassie. - dice anotando por tercera vez lo que le pido. - En un periquete lo tendréis servido.
Cuando Melanie ya estaba dando media vuelta para irse, la tomo del brazo.
- ¡No te vayas! ¿Sabes qué? He vuelto a cambiar de opinión. Tomaré un batido de cereza, es mi favorito. - después de todo esto aún me atrevo a sonreírle.
Esta vez ya ni siquiera me responde, solo se limita a esconder su rabia mientras anota mi cuarto y último pedido.
Cuando Melanie se va, las tres nos empezamos a reír.
- Madre mía, Cassie... Es que me descojono contigo. - habla la pelirroja, Gabriella.
- Eres la puta ama, es que te adoro. - me halaga ahora la pelinegra.
- Bueno, yo creo que me he pasado un poco, pero es que me encanta acojonar a la gente. - les respondo riendo.
Después de unos pocos minutos, Melanie vuelve a nuestra mesa con nuestras bebidas.
- A ver, tengo aquí un batido de fresa para Gabriella, otro para Tiffany... - les va sirviendo sus pedidos. - Y el batidito de cereza para la señorita Paige. - lo coloca enfrente de mí.
A pesar de que este sea mi favorito, decido mirarlo con desagrado para molestar más a Melanie.
- ¿Qué es esto? - le pregunto haciéndome la tonta.
- Lo que has pedido. - me responde enfadada.
- Yo no he pedido esto, no me gusta el batido de cereza. - cruzo los brazos y noto como a la chica ya se le ha acabado la paciencia.
- ¿Que no te gusta el batido de cereza? - a continuación coge mi bebida. - ¡Claro que te gusta! - de repente vierte todo el maldito batido encima de mi ropa.
Ay dios, ay dios, ay dios... ¡Qué asco! Al ver mi camisa ensuciada suelto un grito que hace que toda la gente se centre en el show que estamos montando.
- ¿Pero qué has hecho? - digo horrorizada.
- Lo que llevo deseando hacer desde que has llegado. - me replica.
A continuación se va hacia un pasillo que hay al fondo y se encierra en un cuarto, que supongo que debe de ser solo para el personal.
Mis amigas, que todavía permanecen con los ojos muy abiertos, finalmente hablan.
- Oh dios, ¡qué horror! - el comentario de Tiffany no me ayuda en nada.
- Tengo un jersey en mi bolso, lo he llevado por si hacía frío... - dice Gabriella sacando un fino jersey de su bolsa.
- Uf, ¡me acabas de salvar la vida! ¡Muchas gracias! - tomo el jersey de mi amiga. - Bueno, voy al baño y me cambio, ahora vuelvo. - las dos asienten y yo me voy.
¡Qué patético todo! Yo, que solo me quería echar unas risas, y he acabado haciendo el ridículo...

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Red Roulette
Mystery / ThrillerEn todos los institutos siempre hay los mismos grupos: los populares, los raros, los listos, los buenos, los malos... Todos los alumnos ya tienen su etiqueta y nunca se dirigen la palabra con los que no son de su sector. Sin embargo, la aparición de...