Capítulo - 43

27 5 24
                                        

Ally / En casa

Sábado 2 de diciembre - 21:27

- ¡Bryce es tu novio! ¡Bryce es tu novio! - va cantando mi hermana por toda la casa.

- No, ¡no lo es! - le aclaro yo, un poco enfadada.

- ¡Vais a ir al autocine juntos! - dice ella saltando de la emoción.

- Como amigos.

Kelly me mira, y acto seguido se empieza a descojonar delante de mis narices.

- Sí, sí... Amigos. - vuelve a soltar una carcajada. - ¡Está coladito por ti! De no ser así, no te hubiera invitado al autocine...

Es cierto que me pareció algo raro que Bryce me invitara al autocine, quiero decir, él es muy popular y miles de chicas se morirían por ir con él, pero de algún modo, ha preferido ir conmigo... A veces, intento convencerme a mí misma de que lo nuestro es solo una buena amistad, pero joder, ¡tampoco me voy a hacer la tonta! Siempre se preocupa mucho por mí, en la fiesta de Halloween quiso bailar conmigo, sus amigos siempre bromean sobre nosotros, y ahora va y me invita al autocine. No creo que sienta algo por mí, pero estas cosas no me pasan con ninguno de mis amigos.

De repente, oigo el timbre de casa, parece que hoy Bryce ha sido muy puntual.

- Ally, ¡tu novio ya ha llegado! - me dice mi madre desde abajo.

Yo bajo rápidamente, y antes de abrirle la puerta a Bryce, le contesto a mi madre.

- Mamá, solo somos amigos, ¿entendido? - me estoy empezando a hartar.

- Sí, sí, lo entiendo perfectamente... Yo cuando tenía tu edad también tenía un amigo con el que salía muy a menudo, ¡y odiaba que todos nos emparejaran!

- ¿Ah sí? ¿Y qué pasó con ese chico? - digo interesada.

- Es tu padre.

¡Venga ya, lo que me faltaba! En fin, ignoro a mi madre y abro la puerta de una puñetera vez.

- Sí que has tardado en abrir, ¡ya pensaba que me dejarías plantado! - se ríe el Bryce. - Venga, ¡vamos! - yo salgo de casa y cierro la puerta.

- ¿Qué? ¿No me vas a decir lo guapa que estoy ni nada de eso? - le pregunto simulando estar muy ofendida.

- No voy a decirte cosas que ya sabes, y menos a ti, que eres una sabelotodo. - siempre tiene que tener una respuesta para todo. - Además, si te lo dijera hoy, te lo tendría que decir todos los días, porque siempre vas guapa, esta noche no es una excepción.

- Ay, no me digas esto, ¡que me voy a poner roja! - bromeo.

Y es a esto a lo que me refiero. Hay un absurdo tonteo entre nosotros, pero ya no sé si va en serio, o simplemente lo hacemos para reírnos un poco.

- Por cierto, tengo que contarte algo. - me dice de repente.

- Miedo me das. - le soy sincera.

- ¿Cómo te lo digo? Yo... Eh... - empieza a balbucear. - No sé conducir.

- ¿Qué? - hoy sí que se ha lucido. - A ver, a ver, a ver... ¿Me has invitado al autocine, y no sabes conducir?

- Tranquila, tengo un plan B, con "B" de Bryce, así que te puedes fiar. - dice haciéndose un poco el chulo. 

- A ver, sorpréndeme.

De repente, Bryce cubre mis ojos con sus manos.

- ¿Se puede saber qué haces?

- Ahora verás la sorpesita, tú solo confía en mí.

El moreno empieza a andar mientras me guía, hasta que al cabo de unos pocos pasos nos detenemos.

- Bueno, soy incapaz de conducir un coche, pero sé conducir otra cosa...

De repente destapa mis ojos y veo una moto delante de mí.

- ¡No! ¡Eso sí que no! - retrocedo, pero Bryce me toma de la mano para que no me vaya. - ¡Ni de coña voy a subirme a eso! ¿Sabes qué? Prefiero el plan A, con "A" de Ally, es mucho más seguro.

- Ya, ¿y el plan A qué es? ¿Ir andando hasta el autocine? - se ríe el chico.

- No, quedarme en casa mientras tú te la juegas yendo en moto. - le replico y él se echa a reír.

- Venga Ally, a veces tendrías que dejar a un lado esa prudencia que pulula siempre por tu cabeza y arriesgarte más. - me anima. - No eres la única que sabes dar lecciones, tú también puedes aprender mucho de mí.

- Agh, ¡está bien!- acabo cediendo, no sé ni cómo. - Pero no vayas muy rápido, por favor.

Bryce, ilusionado, me da un casco y me ayuda a ponérmelo, ya que no me he puesto uno de estos en mi vida, y después él se pone otro. Luego subimos a la moto, él delante, ya que es el que conduce, y yo detrás.

Decido agarrarme del asiento de la moto, ya que me da un poco de vergüenza tener que aferrarme a Bryce, pero en cuanto la moto arranca, siento que por poco me voy volando, así que inconscientemente me agarro fuerte de él.

El moreno conduce hasta el autocine y en ningún momento le suelto, ya que estoy bastante acojonada y no me apetece morirme en un accidente de moto.

Joder, es que todo esto parece una broma... ¿Y dónde coño veremos la peli? La gente la mira dentro de su coche, ¡pero nosotros no tenemos este privilegio! Bueno, Bryce ha sido el que nos ha metido en esto, así que ya se encargará él de solucionarlo. 

Red RouletteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora