Red Roulette

Capítulo - 25

Cassie / En los baños femeninos

Martes 31 de octubre - 23:23

Después de haberme liado ya con seis tíos esta noche, mi pintalabios ha terminado por todos lados menos en mi boca, y eso me arruina el disfraz, así que estoy perfeccionando mi maquillaje en el único lugar del colegio donde hay espejos. No hay nadie más en los baños, algo que me sorprende, ya que esperaba encontrarme a alguna parejita haciendo sus cosas, pero no ha sido el caso, así que estoy totalmente sola.

De repente, oigo que alguien entra en los baños masculinos, que están justo al lado de los femeninos, y al haber tanto silencio, logro escuchar de quién se trata.

- Vale, aquí nadie nos va a oír. - oh, este es TJ, debe de haber venido con alguna chica para tirársela.

- No habrá alguien en alguno de los baños, ¿no? - y este es Klaus. Espera, ¿qué?

¿Qué cojones hacen TJ y Klaus yendo al baño juntos?

- No, las cabinas de los baños están todas vacías. - le responde TJ. - A ver, dentro de diez minutos tenemos que estar en el teatro, eso ya lo sabes de sobras, pero después del juego, lo mejor será ir a casa, ya que si acabamos mal, la gente lo podrá notar.

Vale, no estoy entendiendo absolutamente nada. ¿Qué van a hacer estos dos en el teatro? ¿De qué juego están hablando? ¿Qué es lo que la gente no puede notar? Esto me huele a escena homosexual.

- Sí, sí, nada de volver con el resto como si nada...  - le responde Klaus. - Vale, pues nos vemos en diez minutos. -acuerda. - Venga, vámonos.

Oigo como los dos se van, y rápidamente acabo de pintarme los labios y me largo de aquí. Tengo que averiguar qué es lo que están tramando estos dos, esto me causa demasiada intriga. Han dicho en diez minutos en el teatro, ¿no? Pues allá voy.

Decidida y segura de lo que hago, bajo al teatro, que por la noche da mucho mal rollo. No enciendo ninguna luz porque quiero ser lo más discreta posible, pero esto hace que el lugar sea aún más siniestro. Todavía no hay nadie en la sala, estoy sola y esto me aterra.

De pronto, oigo unos pasos detrás de mí que cada vez se acercan más, y esto ya me está superando. No puedo girarme, no quiero girarme, no voy a girarme... Vale, me acabo de girar, tenía que hacerlo y ya no hay vuelta atrás. Decido mirar a la cara a la persona que me andaba siguiendo, y a pesar de la oscuridad que hay, reconozco enseguida los ojos azules que tengo enfrente.

- ¿Melanie?

- ¿Cassie?

- ¿Qué estás haciendo aquí? - nos preguntamos ambas a la vez.

- ¿Tú también estás tramando algo? ¿También has quedado en el teatro con ellos? - hablo primero.

- ¿Qué? ¡No! ¡Yo no he quedado con nadie! - me responde y me deja más confusa de lo que ya estaba.

- Entonces, ¿también has escuchado algo sobre el tema? - le pregunto. - ¿Has oído que TJ y Klaus habían quedado aquí?

- ¿Klaus? Yo he oído a TJ y a Leo. - me dice extrañada.

- No me digas que ahora son tres...

Melanie y yo nos contamos un poco qué es lo que nos ha ocurrido a cada una, porque estamos un poco perdidas. Resulta que ella ha escuchado a TJ y a Leo decir que quedarían a las once y media en el teatro, cosa que significa que Leo también tiene algo que ver con todo esto. Como las dos somos unas cotillas y nos queremos enterar de todo, hemos decidido subir al escenario y escondernos detrás del telón del fondo, así que nos encontramos en un reducido espacio entre la pared y las cortinas.

- ¿Qué hora es? ¡Odio estar escondida entre estas cortinas más viejas que mi bisabuela! - me quejo.

- Las once y veintiocho, ya falta poco para que lleguen. - me informa la chica mirando el reloj.

Las dos nos quedamos calladas durante un buen rato y surge un silencio jodidamente incómodo que por suerte Melanie acaba rompiendo.

- ¿Y qué crees que van a hacer estos tres?

- Ni puta idea. - le soy sincera. - Si solo fueran TJ y Leo, la cosa no me sorprendería mucho, pero no entiendo qué pinta Klaus en todo esto.

- Ya, yo tampoco. Esto es rarísimo... - me responde la chica.

A continuación, oímos que la puerta del lugar se abre, por fin han llegado.

- Ya están aquí, ahora tenemos que estar calladas hasta que esto termine. - dice Melanie en voz baja.

- Sí, sí, tenemos que permanecer en silencio todo el tiempo.

Las dos nos quedamos calladas sin emitir ni el más mínimo ruido para que no nos oigan. Abro un poco la cortina para observarlos y veo que aparte de los tres chicos, también ha venido Gwen, esto es surrealista.

- Joder, que también ha venido la de los porros. - se me escapa.

Melanie, enseguida, cubre mis labios con sus dos manos, y noto como está algo enfadada.

- ¿Tú que parte de "permanecer en silencio" no entiendes? - destapa mi boca. - Estate calladita, no es tan difícil. - no será difícil para ella, pero yo que soy la reina de la charla, estoy sufriendo con esto.

Los cuatro misteriosos suben al escenario, y se sientan en círculo. Ahora que están a pocos metros de nosotras, no se nos hace complicado escucharlos ni verlos.

Observamos que Klaus coloca una caja al centro y de ella saca una ruleta y muchas cartas. ¿Esto era aquello tan sospechoso? ¡Pero si se van a poner a jugar a un jueguecito de mesa!

- Espero que esta noche a nadie le salga la casilla de las torturas, no quiero que nadie salga herido. - dice Leo y todo el cachondeo que llevo encima desaparece en seguida.

Vale, eso sí que es raro. Bueno, raro no, espantoso. No sé de qué trata este juego, pero si han mencionado que pueden salir heridos, esto pinta mal. Melanie, que está temblando, se me acerca para hablarme al oído.

- Esto me está dando mucho miedo. - dice susurrando para que los otros no puedan oírla. - Cassie, vámonos. - me toma fuerte de la mano, y eso me hace ver que ella está aún más asustada que yo.

No digo nada, simplemente decido hacerle caso porque a mí tampoco me está gustando lo que estamos viendo. Intento retirarme del lugar como puedo, sin soltar a Melanie en ningún momento. Las dos, damos silenciosos pasos procurando ir todo el tiempo detrás de las cortinas para no ser vistas, pero al estar a oscuras, no veo casi nada y sin querer me tropiezo con algo que había en el suelo y las dos nos caemos.

- Joder, ¡qué puto daño! - grito y luego me doy cuenta de que la estoy cagando por momentos.

- ¿Qué demonios ha sido eso? - habla Klaus, que nos ha oído al igual que cualquier persona que esté en esta sala.

Oigo como todos se levantan y se acercan a nosotras, y acto seguido retiran las cortinas que nos tapaban, y nos ven a las dos al suelo. Antes de que ellos puedan decir nada, me levanto dispuesta a decirles cuatro cositas.

- ¿Qué es todo esto? Sois una secta, ¿o qué? - les pregunto cabreada.

- ¡Necesitamos explicaciones! - dice Melanie haciéndose la valiente, mientras se levanta ella también. - Pero por favor, no nos hagáis daño... - su seguridad en sí misma no ha durado ni dos segundos.

Ellos no responden, solo nos miran desconcertados. Klaus, Gwen y Leo muestran una mezcla de pena y culpa, pero TJ tiene una mirada completamente vacía que me hace pensar que nos acabamos de meter en un buen lío.