1 - A primer olfato

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"Por mí se va a la ciudad del llanto; por mí se va al eterno dolor; por mí se va hacia la raza condenada; la justicia animó a mi sublime arquitecto; me hizo la divina potestad, la suprema sabiduría y el primer amor

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"Por mí se va a la ciudad del llanto; por mí se va al eterno dolor; por mí se va hacia la raza condenada; la justicia animó a mi sublime arquitecto; me hizo la divina potestad, la suprema sabiduría y el primer amor. Antes que yo no hubo nada creado, a excepción de lo eterno, y yo duro eternamente. ¡Oh vosotros los que entráis, abandonad toda esperanza!"

«Canto tercero del Infierno de la Divina comedia, de Dante Alighieri.»

~•~

Mi nombre es Fenrir Greyback y me apodan el lobo infernal. Ya os podéis hacer una idea de mi carácter afable e inofensivo, pues soy, para colmo, un pura sangre. Llevo a cuestas un reguero de cadáveres amorosos que acabaron mal o peor por culpa de mi actitud dominante y mi personalidad de mierda. He marcado dos veces y las dos me han repudiado, ¿Cómo lo consiguieron? Denunciando a la policía y poniendo una orden de alejamiento, porque mi instinto es tan brutal que no podían rechazarme por propia voluntad. Mi primer omega lo marqué a traición, quería que alguien se quedara conmigo y me llamase Alfa, pero aprendí a las malas que las cosas no se hacen así, y meses después me vi en comisaría y luego en la cárcel; veinticinco años tenía...

Después de aquello ligoteo, luego a pagar porque no ligo, luego solitario. Con el tiempo me cansé de la dinámica y busqué a una omega de mi mundillo mafioso, al principio bien, finalmente ya no. Me llamó de todo; maltratador, abusador, monstruo, esclavista... Yo me harté de sus desprecios gimoteantes pero no pude rechazarla. Ella intentó liberarse y, como no lo consiguió, otra vez en comisaría y luego al talego; me describió bonito a los polis, treinta y cinco años tenía...

Desde entonces pago putas en mis celos y me la despellejo en solitario. De tanto en tanto cae alguna cópula cuando van tremendamente borrachos, y les da igual uno que otro de lo excitados que están. Tanto alfa pura sangre para luego ver un desfile de omegas haciendo ojitos a los que no me alcanzan la punta del prepucio. Yo ya sé que todo es por culpa de mi talante agrio y huraño, que no es el mejor, pero así me nace y así soy. Mi vida profesional ha sido... resumo; hacer cosas muy malas. Como todo lobo rabioso y sediento de sangre, encontré un propósito en la mafia más importante de Inglaterra; la Dark Brand. Mi familia super contenta y yo también, alguien de mi condición necesita acción y destrozar cuerpos, que si no me marchito. A mis cuarenta y cinco años, y treinta como sanguinario, he de seguir las órdenes de Lucius Malfoy; el cabeza de la organización y mi Boss. Pero lo que de verdad me toca los cojones y me los hincha al rojo vivo, es el lechuguino de Draco; su sucesor.

Siendo él jovencito, nos tocó aguantar el lloriqueo lamentable de un dramas de piel fina y corazón de algodón, soltando gilipolleces entre gimoteos del tipo... «¡Ahhh! No quiero heredar toda la riqueza y el poder de mi papi» lloriquea un poco «¡Aggg! no quiero dar órdenes ni ser el Underboss, y convertirme el día de mañana en el jefazo máximo de toda gran Bretaña...» Lloriquea más ruidoso como un puto emo mierdas «¡Renuncio a mis privilegios porque quiero ser normal y llevar una vida normal!...» Ya os digo que este chiquillo normal no es, pero le faltó tiempo y tierra para correr a su papaíto a pedirle ayuda cuando las cosas se torcieron un poco. Su padre, todo pagado de sí mismo, le castigó devolviéndole sus privilegios inmerecidos. Lo único bueno es que, al menos, ese alfa perfumado chupatintas tiene un instinto poderoso y me huele el culo de cerca en cuanto a capacidades.

IV En el corazón del lobo (Saga lobo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora