69 - Epílogo II - Bodas incandescentes (FIN)

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Bill entró por la puerta trasera de la iglesia sintiéndose como nuevo. Un aspecto de lo más pulcro, acicalado y cuidado al detalle. Entró en su habitación asignada en compañía de sus padres, le ayudaron a vestirse la túnica, teniendo cuidado de no estropear el peinado, y por petición del omega lo dejaron a solas.

Si bien sabía el traje que usaría su alfa, no era lo mismo que vérselo puesto y estando arreglado. Él portaba una túnica vaporosa en color blanco marfil, estampado en filigranas florales de tonalidades azules y el cinturón encastrado de piedras en plata ceñido bajo el busto al estilo corte imperio. Se calzó sus sandalias y se colgó el pendiente y el colgante de su alfa. Cambió el anillo de compromiso de dedo, pues la religión Lunar no contemplaba ese detalle, su sustituto sería un lazo de raso en color rosa que, llegado el momento, uniría sus manos como signo de enlazamiento.

Se dio los últimos retoques frente al espejo y finalmente se quedó detallando su aspecto en el reflejo. Buena parte de su larga cabellera cobriza caía en una cascada de ondas suaves hasta la cintura, el resto lo tenía semi recogido en múltiples trenzas entretejidas que serpenteaban enroscadas por toda la longitud de su mata; solo le faltaba la corona de flores de azahar y quedaría listo para prometerle nuevamente amor eterno, pero no era precisamente en el reflejo físico en lo que se estaba fijando, sino en el de su alma.

Se reconocía, por primera vez en sus cuarenta y un años de vida, reconocía su identidad y la aceptaba de buen grado. La imagen era la de un omega polifacético, camaleónico, insurrecto y a la vez sumiso, rebelde y dócil según el momento, de fuerte temperamento, pragmático, emotivo y mordaz; un omega valiente y a ratos cobarde, inseguro en ciertos aspectos, pero también muy seguro en otros. Cabezota y al mismo tiempo flexible, conciliador, beligerante, con un fuerte instinto de superación y supervivencia. Un omega dispuesto a todo y capaz de lo inimaginable, lleno de defectos y virtudes, en ocasiones atractivo y la mayoría de veces de belleza mediocre. Padre de tres hijos y compañero de un hombre muy peculiar con personalidad explosiva y un pasado conflictivo. Y cuanto pudiera olvidarse de describir, echaba mano en su memoria de las palabras que le había repetido su alfa infinidad de veces:

IV En el corazón del lobo (Saga lobo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora