34 - Una proposición decente

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—Adiós, pimpollo.

—¡Ciao, bello!

—No hace falt-

Blaise no le dejó hablar, lo estrechó fuerte en un abrazo y lo zarandeó dando besos en la cara con las muecas teatrales de Pansy de fondo.

—¡Uy! Que te lo robo.

—¡Pansy! Quita tus sucias manos de mi prefer...

En cualquier otro sitio le hubiese dado igual, pero que lo despidieran con tanta efusividad y cercanía en la puerta principal de Malfoy Manor, atestado de mafiosos vigilando cada movimiento suyo, le resultaba algo incómodo, pues pretendía mantener la reputación ganada para hacerse de valer. Suspiró derrotado y sonrió. A su flanco izquierdo se encontraba  Blaise que lo intentaba arrebujar contra su torso cubierto por una camisa semitransparente, babeándole con sus labios gordos la mejilla; al flanco derecho, Pansy le palmoteaba el hombro riéndose y haciendo carantoñas como si fuera un retoño mafioso.

—¡Ay! Blaise, nuestro bebé se hace grande —se mofó la beta haciendo un puchero.

No se quejaría jamás de las repentinas muestras de afecto del Onderboss y la secretaria,  ambos eran tal para cual; de trato fácil y lengua bípeda con un buen fondo.

—¡Lestrange! ¡Cuídamelo bien que es un tesoro! jajajajajaja. —le advirtió el omega.

—¡Descuida! —le aseguró el abogado esperando dentro del coche.

—Que te rajamos ¿Eh? Jajajaja —Pansy simuló cercenarse el cuello con el dedo, haciendo caso omiso al sermoneo de su amigo Blaise.

—Nos vemos este finde, chicos.

—No pongas esa cara de compromiso —El Onderboss le recogió los mofletes arrebolados con la mano—, tengo que practicar todas las tonterías típicas de un padre, ya sabes, ser cariñoso, empalagoso, sobreprotector, pesado, controlador-

—Blaise, no te calientes la cabeza con eso, no necesitas practicar nada, serás un padre increíble.

Blaise hizo un puchero liberándolo de su agarre. —No creo tener madera de padre, pero... Bueno... —La expresión alegre había desaparecido para mostrar unos ojos vidriosos cargados de preocupación y una sonrisa  comprometida.

—¿¡Qué tonterías dices?! Pues claro que serás increíble, ¿Verdad, Bill?

—Pansy tiene razón, solo hace falta dos cosas para tener madera de padre: amarlo con toda tu alma y luchar cada día por ser el mejor, con eso basta para ser un buen padre. —le animó con un apretón en el hombro.

—¿Y vosotros qué? ¿Tenéis pensado engendrar o disfrutaréis la vida en pareja?

—Disfrutaremos la vida en pareja —soltó directo y sin vacilar.

—¿En serio?

—¡Estupeeeendo! —Blaise le lanzó un dardazo envenenado con la mirada a su amiga y volvió a sonreírle—. No todas las parejas tienen que criar, ¡A vivir la vida! Jajaja. ¡Sí, ostia puta, ya lo suelto!

Bill echó un vistazo sobre su hombro para ver los aspavientos de manos del abogado y los gruñidos molestos de Blaise porque le azuzaran.

—Pero mírate, joder —continuó el Onderboss ignorando al guardaespaldas de Bill—, de cuando llegaste a ahora, cabello a lo vikingo aesthetic...

—Tatuaje de malote... —añadió la beta.

—La caradura de presumir el colmillo de Carrow, jajajaja...

—¡Un psicópata con el pendiente de trofeo jajajaja!

—Menudo hijo de puta que eres jajajaja, a tí te voy a apodar perra infernal jajajaja.

IV En el corazón del lobo (Saga lobo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora