«-¿Podrías resistir vivir la vida como realmente es, Christian?»
Empezar una vida desde cero después de pasar años encerrado en un psiquiátrico sería una tarea complicada.
✨Un pequeño aviso: está es la versión ordenada de la historia de Después de t...
Al llegar a la casa suspiró del cansancio y se quitó la chaqueta al entrar a la habitación. Lucas lo saludó sonriéndole.
—Llegaste tarde.
—Había bastante trabajo hoy. —tiró la chaqueta encima de una silla y se tiró en la cama—. Estoy cansado.
—¿Tienes hambre? Te había preparado sopa de pollo.
—Quiero ducharme primero. —se levantó de la cama pasando al baño.
Mientras se duchaba respiraba profundamente con algo de dolor en sus brazos. Quería acostarse. Salió de la ducha y salió del baño con una toalla en la cintura para poder buscar ropa. Se vistió y salió de la habitación para ir a la cocina. Lucas le sirvió comida y lo acompañó en silencio mientras comía.
Se sentaron en el sofá de la sala para ver televisión mientras llegaba la hora de dormir. Estaba acostado sobre las piernas Lucas y él acariciaba su cabello con suavidad. Sentía bastante tranquilidad estando junto a él.
Cuando se hicieron las once de la noche fueron juntos a la habitación para acostarse a dormir. Christian como todas las noches abrazó a Lucas colocando su cabeza sobre su pecho, él lo abrazó de vuelta y besó su frente. Christian en medio de toda la comodidad cerró los ojos para dormir.
Al pasar cuarenta desesperantes minutos volvió a abrir los ojos sintiendo el sueño abandonar su cuerpo. Se quedó alrededor de una hora más sin moverse, escuchando los latidos y la respiración calmada de Lucas. Él quizás ya se había dormido. Se acomodó en la cama y volvió a cerrar los ojos.
Abrió los ojos de nuevo y se enderezó en la cama, agarró su teléfono para mirar la hora. Dos y cuarenta de la madrugada. Restregó su rostro bastante molesto.
Al abandonar la cama Lucas enseguida despertó y lo siguió con la mirada hasta que salió del cuarto. Cuando pasaron diez minutos se enderezó en la cama, frunció el seño y se levantó de la cama saliendo de la habitación. Lo consiguió en la cocina comiendo cereales con yogurt.
—¿Que haces despierto?
—Me cansé de estar en la cama.
—¿No puedes dormir?
—No.
—Joder. —se sentó en la silla junto a él viéndolo meterse en la boca una buena cucharada de cereales. Lucas limpió su boca con su dedo.
—Si quieres ve a dormir, yo estoy bien.
—Termina de comer para que vayamos a dormir.
—No me acostaré de nuevo, ni siquiera tengo sueño.
—No puedes quedarte despierto, Christian. Vamos a dormir.
—Ya te dije que no tengo sueño.
—Royer vendrá a buscarte a las ocho, tienes que dormir. —Christian negó con la cabeza y continuó comiendo sirviéndose más yogurt llenando de nuevo la taza de cereales.
A pesar de su insistencia, Christian no quiso volver a la cama para acostarse a dormir, en cambio, se recostaron en el sofá pero por más que lo intentó Christian no cedió y se quedó despierto, muy despierto.
Varias veces rascaba sus ojos y bostezaba pero se negaba a dormir. Lucas lo hizo recostarse sobre su pecho y acarició su cabello durante horas. Cerca de las seis de la mañana Christian por fin se dejó llevar por el cansancio y Lucas aguantó la respiración mientras veía como los párpados de Christian temblaban y se dormía. No volvió a moverse por varios minutos hasta que él mismo cedió y se durmió junto a él.
Lucas volvió a despertar de golpe una hora después cuando el teléfono de Christian comenzó a sonar en la habitación, suspiró echando la cabeza hacia atrás escuchándolo roncar en su cuello. El sonido del teléfono era lejano y ni siquiera parecía molestarle.
No quería despertarlo...
Cuando se hicieron las siete y treinta la puerta de la casa se abrió, Lucas le dijo que no hiciera ruido. Royer suspiró y acomodó su cabello al ver sus ojos levemente hinchados.
—¿Ahora que pasó? —le preguntó en baja voz.
—No durmió nada anoche, no creo que puedas llevártelo así...
—Es complicado cancelar los trabajos. No quieres que diga de su enfermedad y es muy pronto para comenzar a poner excusas.
—No se si sea bueno que salga así.
—Tu decides.
Lucas volvió a mirar a Christian que se mantenía con una camisa sobre él rostro. Suspiró y decidió ver cuál era su reacción al despertar. Tocó su hombro no teniendo ninguna respuesta. Hizo más presión y él soltó un ligero quejido. Estaba de buen humor.
—Christian. —él abrió los ojos, Lucas apartó la camisa de su rostro y Christian lo miró algo desorientado—. Ya debes despertarte.
Lucas acarició su rostro esperando para ver su próxima reacción. Él decidiría que hacer. Christian miró a todos los lugares antes de estirarse en el sofá y levantarse. Ambos lo vieron caminar con calma hacia la habitación para ir al baño y ducharse.
Lucas restregó sus ojos y se enderezó. Fue a la cocina y le preparó el desayuno a ambos. Royer tomó asiento y comenzó a comer.
—¿Pasa esto a menudo?
—Llevaba bastante tiempo que no le pasaba...
—¿Y tú te quedas despierto con él?
—No le gusta mucho estar solo y tampoco me gusta que esté solo y despierto en la madrugada.
—Te ves horrible.
—Soy muy susceptible. Apenas termine el trabajo que tiene que hacer tráelo de regreso, quizás quiera ir a la empresa pero tráelo de vuelta enseguida.
—Vale. De todos modos cerca de las dos de la tarde ya estaremos de vuelta.
Christian apareció en la cocina y Lucas se arrepintió enseguida de haberlo despertado. Esa mirada, sus pupilas dilatadas hacían que su mirada se viera aún más descontrolada que antes.
Él se sentó a comer y a las ocho en punto se fueron de la casa. Lucas cerró la puerta y fue a la habitación tirándose sobre la cama tardando unos miserables minutos en quedarse dormido.
Pasadas las una de la tarde Christian volvió a la casa, tiró la chaqueta en el suelo, se quitó los zapatos y se acostó en la cama abrazando a Lucas, él lo recibió sin querer despertarse del todo, se quedó mirando el techo unos minutos y suspiró cuando sus ronquidos comenzaron a escucharse.
Se había dormido.
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A veces me pongo a pensar que está historia podría llegar a tener 500 capítulos 👍