Darkness Behind The Glow. TRILOGÍA [DESPUÉS DE TÚ MUERTE].

Capítulo 72: Superficial.

Al entrar en la oficina suspiró y se sentó, Jim rodeó el escritorio y se sentó mirándolo.

—¿A qué vienes?

—Lo siento.

—¿Que es lo que sientes?

—Todo lo que pasó....

—¿Algo más?

—Es enserio, papá.

—Tengo que hacer la ronda.

—¿Si Christian viniera a disculparse lo tratarías bien, verdad? —Jim suspiró y restregó su rostro—. A mí siempre me tratas con rabia.

—Jamás siento que te arrepientas de nada de lo que haces, por eso me da igual si tú te disculpas o no. Christian es el que se cree tus mentiras vacías, yo sigo viendo en tus ojos el odio que tienes.

—¿Tanto te molesta que haya follado con Christian?

—Ese no es el maldito punto, Lucas.

—Eso es lo que parece molestarte.

—Escucha... —suspiró—. Me importa una mierda lo que Christian haga con su vida sexual, sigue siendo una persona y puede hacer lo que se le plazca. Tampoco soy su padre para molestarme por lo que haga o sus preferencias. Follar es algo normal y que Christian lo haga me hace sentir un poco de paz. Lo que me molesta es como pasaron las cosas. ¿Te diste cuenta de como Christian se puso después? Joder.

—Ya me disculpé con él...

—Después de partirle una botella en la cabeza. —lo interrumpió, Lucas bajó la mirada—. ¿Y si Christian hubiera matado a ese tipo? ¿Cómo crees que hubiera quedado? ¿Solo por celos? Me debes estar jodiendo.

—No lo pensé.

—Que Christian se acueste con otras personas no debería extrañarte, mucho tiempo esperó para hacerlo. Pero no por eso debías llevar a alguien a la casa para darle celos.

—Enserio lo siento.

—Esta bien, Lucas. ¿Algo más?

—Christian y yo decidimos comenzar a salir. —Jim frunció el señor y suspiró.

—Vuelvo a repetirlo, mucho cuidado con lo que haces con Christian.

—Lo sé, papá.

—No quiero tenerlo en una de estas habitaciones. —se levantó de la silla y salió de la oficina dejando a Lucas solo.

Él frunció el seño y suspiró yéndose del lugar.

...

Christian levantó la cabeza cuando ella tocó con su hombro con insistencia.

—¿Te estabas durmiendo? —Christian sonrió. Ella se detuvo frente a él levantando su barbilla, acomodó unos mechones sueltos de cabello—. Ya estás listo.

Al sentarse en la silla y pincharse el brazo con una aguja se dió cuenta de porque le habían dicho varias veces que no se moviera mucho.

Una vez empezaron a tomar las fotos dejó que su mente vagara por los alrededores notando cada destello de luz que salía de los focos. Sentía que mientras más los mirara más calor le daba. Royer a mitad de sesión se acercó a él con una botella de agua para que se hidratara. Varias mujeres llegaron por detrás quitándole las agujas de la ropa en su espalda para poder hacer el cambio de atuendo.

Royer se dió cuenta de como Christian después de esa sesión en el bar de Tony había perdido toda la vergüenza a quitarse la ropa en público. Mientras volvían a prepararlo Royer suspiró viendo la hora en su teléfono.