Beso De Buenas Noches

La Voz Interior

Pov: Brahms Heelshire
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Me toqué bastante confundido y logre ver algo de sangre en mi mano. Fue entonces cuando me di cuenta, ella había logrado hacer una trampa en la que estaba ahora, esta parada enfrente de mi.

—Yo no quería hacer esto pero tu no me dejas opción.

Su voz me parecía tan gentil y dulce; aunque me hiciera sangrar y me tuviera de rodillas. Su cuerpo estaba temblando, sabía que ella no tenia la fuerza de dañar ni a una pequeña y molesta mosca.

—Me iré y pediré ayuda para ti.

Aun quería dejarme después de todo, claro seguro que también tendría a algún estúpido chico que la esperaba al igual que esa perra de Greta, no podía dejar que escapara de mis garras ya estaba aquí y tendría que cumplir con todo lo que le ordenará. Aún me quedaba una oportunidad para aprovechar y era momento para abusar de esa bondad que la rodeaba.

—Espera no te vayas.

—Brahms no estas tan herido, además ya te dije que voy a mandar alguien.

—Yo no quería ser esto.

—De que hablas Brahms? —ella dejo de avanzar a la puerta y puso toda su atención en mi.

—Mis padres me obligaron hacer esto —intenté levantarme pero la verdad es que el golpe que me había dado me dejó bastante mareado.

—Brahms lamento lo que te hicieron pero ahora tu estas haciendo lo mismo conmigo.

—Lo se, pero tu me entiendes no? —pude ver la expresión en su hermoso rostro y sabía que mi plan estaba funcionando—. Tu entiendes lo que es que te dejen en el olvido no?

—Brahms lo siento.

—Yo de verdad tengo miedo.

—No puedo quedarme contigo.

—Está bien.

—Me dejarás ir?

—Si! Tienes razón estoy cometiendo los mismos errores que ellos.

—Prometo que alguien vendrá ayudarte.

—No! Ya no quiero ésto.

—Brahms.

—Prefiero morir de una vez —saque la navaja que tenia en uno de mis bolsillos y la lleve directo hasta mi garganta.

—No! Espera Brahms.

—Ya no puedo soportar ser una carga.

—Brahms me quedaré pero baja eso.

—No, vete porfavor.

—Brahms no lo hagas.

Sin dudarlo más término por correr a mis brazos, su cuerpo estaba pegado a mi cómo si fuera una pequeña buscado algo de cariño. Una de sus manos me obligaba a pagar la navaja mientras que con su otra suave mano tocaba mi máscara.

—Brahms esto no es lo que quieres.

—Cómo lo sabes?