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A penas Vanesa se quedó dormida, me levanté sin hacer mucho ruido.

Te prometo que pronto nos iremos de aquí —besé su frente y salí de la habitación.

Ella ya había hecho por mi y era mi turno de demostrar que ella era todo para mí. Tenía razón en decir que nadie había hecho algo por ella, sus padres le habían dado la espalda con el accidente de su hermana y yo estaba haciendo lo mismo. Quería hacerla feliz, necesitaba recuperar su confianza y su amor. Estaba decidido a largarme de esta mansión, solo tenía que hacer unas cosas antes de irme.

Al llegar a la cocina note una invitación, la tomé y entré a la biblioteca para poder leerla.

La invitación era para una fiesta que Oliver Y Evelyn darían. Me sorprendió que la invitación fuera para dos personas, cuando Oliver sabía que yo no podía salir de aquí. No quería botarla a la basura, ya que era una decisión que Vanesa tendría que tomar, si ella quería ir yo respetaría esa decisión; así tuviera que dejar bien encerrados mis pensamientos.

Paso un buen rato y quise subir a ver cómo estaba Vanesa; quería preguntar que le había pasado y que había causado que se sintiera así. Antes de poder dar una pasó a la escalera la puerta principal se abrió.

Buenos días Brahms —Oliver apareció con un ramo de flores y una caja de regalo.

—A qué se debe tu visita?

—Puedo hablar con Vanesa?

—No! Ella no se siente bien por ahora y además está durmiendo.

—Le paso algo? Esta bien? —con su expresión me dejó en claro algo que sospechaba.

—Escucha Oliver —lo tomé del hombro fuerte, causando uno que otro gemido mientras caminamos hasta la biblioteca—. Te advertí que no trataras nada con ella, pero parece que tu no quieres escuchar.

—Ella no es de tu propiedad y tampoco es un objeto.

—Vaya! Hasta que dices algo inteligente.

—Lo digo enserió Brahms —se puso enfrente de mí lo que me causó risa, ya que todo su cuerpo expresaba miedo—. Que harías si ella decide irse de aquí?

—Me iría con ella!

—Mientes y lo sabes.

—No me conoces Oliver, en fin a que se debe tu inesperada visita?

—Ya te lo dije, quiero darle un regalo a Vanesa.

—Así si? Y que celebramos?

—Qué está invitada a una fiesta.

—Y supongo que yo también no?

—Tu sabes que no puedes salir de aquí!

Los pasos de alguien acercándose a la biblioteca nos hicieron callar. Ella entró sin darse cuenta de la presencia de Oliver, sus manos estaban en sus ojos cómo si acabará de despertar. No pensé ni dos veces en acercarme, tomé una sabana que estaba en el sillón y la cubrí al ver qué su cuerpo estaba temblando.

—Brahms que es todo ese ruido? —al ver que Oliver estaba enfrente de ella, no dudo dos veces en ponerse detrás de mí.

—Descuida —acomodé unos mechones de su cabello y le quité amablemente las cosas de la mano a Oliver—. Él solo vino atraer un pedido.

—Hola Vanesa, podemos hablar?

—Oliver no seas molesto —la abracé gentilmente conservando su lugar detrás de mí—. Ella quiere descansar.

Beso De Buenas Noches Donde viven las historias. Descúbrelo ahora