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Hace unos días creía que mi vida sería resumida en pareja, boda, hijos y un final de cuentos; bien dicen que las cosas buenas duran poco. Ahora estoy sentada en un asiento en el último vagón del tren, mirando hacia fuera por la ventana. Mi cabello negro es la clara evidencia de lo rápido que quise salir de ese pueblo, pues está suelto y enredado. En mis ojos color café oscuro solo podría ver una mirada vacía.

Ojalá que mis recuerdos fueran cómo mi mirada, ya que en mi cabeza esta tan grabado el maldito momento donde Brahms besaba a Greta, en ese instante sentía que quería tomarla por el cuello y mandarla directo al piso; pero en mi pecho solo había un ...

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Ojalá que mis recuerdos fueran cómo mi mirada, ya que en mi cabeza esta tan grabado el maldito momento donde Brahms besaba a Greta, en ese instante sentía que quería tomarla por el cuello y mandarla directo al piso; pero en mi pecho solo había un dolor que se apoderó de todo mi ser.

La última persona en la que tenía mi confianza termino dándome la espalda, el hombre que apenas unos días atrás me había hecho la promesa de huir conmigo, de vivir el resto de sus días a mi lado ahora estaba seguramente en la cama con su peor pesadilla.

Al principio creí que tendría una oportunidad de sanar todas las heridas de mi pasado, pero solo he ganado herirme más, la muerte de mi hermana, el rechazo de mis padres y ahora el de Brahms también; qué más me podía pasar? Acaso la vida era capaz de darme otro golpeé?

Deje caer mi cabeza en la ventana y liberé el llanto que había estado evitando, una vez más podía sentir cómo se caía a pedazos mi corazón. Una vez más tendría que ser fuerte y seguir adelante intentando enterrar ésto, la única persona que me quedaba era la Señora Flora y mientras ella siguiera a mi lado sabía que podía enfrentar todo. En estos momentos tengo luchas conmigo misma, una voz me dice que todo estará bien pero en el fondo se escucha un eco diciendo "estas tan perdida"

La voz del conductor sonó por los altavoces, anunciaba que estábamos llegando al destino.

Como si no fuera suficiente mi situación, la ciudad me recibió con una fuerte lluvia, al menos podría llorar sin llamar la atención de los demás. Hace tiempo sospeche que siempre que algo sucedía la lluvia me acompañaba, al menos ya estaba reconociendo que el universo me apoyaba a su manera.

No sé cuánto tiempo caminé ya que solo mi cuerpo era consciente de que estaba caminando, mi mente por otro lado me torturaba con Brahms. Había dado todo por él, quería estar con él, pero creo que de los dos solo era yo la que tenía esas ideas.

—Alto!

Un policía me detuvo antes de que pisará la banqueta para entrar en la librería, levanté la mirada y me sorprendió ver toda la calle cerrada; había más de tres patrullas, reporteros en varias lados, cintas que prohibían que la gente se acercará. Ya había visto una escena así, cuando tuve el accidente con Iris había hecho lo mismo.

—Disculpe oficial —levanté la voz para que el pobre me escuchara entre toda la multitud—. Sólo quiero pasar a la biblioteca.

—Usted vive aquí?

—Sí, bueno conozco a la dueña y ahora que regrese quiero pasar a descansar en mi antiguo hogar.

La cara del policía se puso tan palida, lo que antes era un enojó paso hacer una expresión de angustia.

Beso De Buenas Noches Donde viven las historias. Descúbrelo ahora