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El rico olor de unos hot cakes cocinando se hicieron que despertará de un humor algo hambriento. Tomé un suéter y me lo envolví antes de bajar a la cocina.

—Buenos días —Brahms estaba cocinado el desayuno y se notaba que estaba bien.

—Hola buen día —intenté ponerme un delantal para ayudarle pero Brahms me ordenó que me sentará—. No quieres ayuda?

—Tranquila yo puedo hacerlo, ponte cómoda mejor.

—Dormiste bien? —me atreví a empezar una platica ya que me sentía algo aburrida cuando no podía ayudar.

—De hecho si, no acostumbró a dormir toda la noche pero creo que algo cambió.

—Me da gusto escucharte decir eso.

—Y tu dormiste bien?

—Si.

—Me lo imaginé.

—Así porqué?

—Tu cabello esta demasiado desordenado —Brahms me paso un pequeño espejo y si que era verdad; aunque mi cabello fuera lacio estaba bastante desordenado.

—Así pues tu tienes harina en el cabello —me acerqué despacio y sin que se diera cuenta en mi mano tomé un poco de la harina.

—Enserió? Dónde?

—Aquí —lance la harina que llevaba en mi puño directo a el.

Una gran nube de harina se formó entre nosotros y ambos empezamos a toser. Cuando la nube desapareció logré ver a Brahms totalmente cubierto de harina y no logré aguantar la risa.

—Te parece gracioso esto vanesa?

—Pues la verdad si.

—Bueno, entonces también te daría risa si te hago lo mismo? —vi que el también tomó un gran puño de harina.

—No.

—Pero a mi sí me daría gracia —Brahms corrió detrás de mí y yo apenas pude tomar más harina.

—Alto Brahms.

De nuevo una nube se formó entre nosotros, aunque esta vez era más grande de hecho toda la cocina estaba cubierta. Una vez que podíamos ver más claro me di cuenta que Brahms no tenía más harina ya que se había alcanzado a cubrir con una de las servilletas que estaban sobre la mesa, pero en cambio yo estaba bañada en harina.

—Pareces un fantasma —Brahms se hecho a reír.

—Qué gracioso eres Brahms.

—Qué ahora ya no te causa gracia?

—Tu hiciste trampa —señale la servilleta que tenia en la mano—. Si no hubiera sido por eso estaríamos iguales.

—Tu comenzaste y yo termine esto.

—Bueno pero si yo inicie yo termino —termine por lanzar lo último qué quedó de harina al rosto de Brahms.

—Carajo —se llevo ambas manos hasta los ojos por lo que pensé que la harina había terminado dentro de sus ojos.

—Brahms lo lamento yo no quería lastimarte —corrí y con la ayuda de un banco alcance a estar al nivel de su rostro—. Déjame ver Brahms.

—Me arde muchísimo.

—Brahms perdóname, no era mi intención lastima...

Me acerqué demasiado a su rostro, el aire que caliente que salía de él golpeaba mi rostro con suavidad. Unos cuantos mechones de su larga cabellera caían por su rostro, sus labios carnosos color carmesí eran encantadores al igual que  sus ojos verdes. Brahms quitó lentamente las manos de sus ojos, sus ojos parecían estar algo irritados pero eso no impedía que te perdieras ellos, mirar esos ojos se sentía cómo si estuvieras en un jardín; se sentía cómo si todo a tu alrededor se detuviera.

—Vanesa —Brahms pasó su brazo cercas de mi cintura.

—Brahms —no logré evitar bajar mi mirada a sus labios.

—Me arden un poco mis ojos —el comenzó a tocar mi rostro con mucho cuidado.

—Lamentó causarte dolor —un escalofrío estaba recorriendo todo mi cuerpo.

—Me puedes ayudar a calmar este dolor? —Brahms paso su dedo índice por mis labios y no pude evitar ponerme de un color rojo.

—Cómo te puedo ayudar?

—Cierra tus ojos.

De alguna manera me sentía cómo estar hipnotizada por él, todo a mi alrededor se sentía algo diferente e incluso la temperatura la notaba algo diferente.

Brahms coloco su mano en mi mandíbula, sabía que su rostro aún  seguía sercas de mí por el cálido aire que salía de él. Podía sentir cómo todo mi cuerpo estaba subiendo de temperatura, mi corazón estaba a punto de salir y también estaba presente un sentimiento diferente.


A mi alrededor solo podía escuchar mi respiración agitada, mis manos ahora estaban en los grandes y fuertes hombros de Brahms. El estaba usando una colonia con un fuerte olor que entraba por mis fosas nasales hasta ahogar mis pulmones, era de un olor a madera algo más que agradable para mis gustos.

Porqué sentía esto dentro de mí? Se supone que Brahms y yo apenas nos conocemos es más ni siquiera me atrevo a decir que somos amigos ya que apenas estamos hablando pero entonces que es ésto?

Porque me siento así?

El dejo de tocar mi rostro y ahora ambas manos las tenía a los costados de mí cintura.

—Brahms —me atreví a dar el paso de acercarme a él.



















Nos vemos el miércoles ♡♡♡♡♡♡

Nos vemos el miércoles ♡♡♡♡♡♡

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Beso De Buenas Noches Donde viven las historias. Descúbrelo ahora