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Esta cama de verdad que era muy pequeña, literalmente para un niño pequeño. Mi cuerpo estaba totalmente pegado a la pared, la espalda de Brahms estaba pegada a la mía así que me sentía un poco cómoda por ese lado.

Brahms siempre ganaba intentaba salirse con la suya así que era momento que pagará por sus acciones que para él eran muy graciosas. Primero tendría que fingir que esta dormida y eso no me era difícil ya que en casi dos meses de estar aquí aprendí a muchas cosas por pura supervivencia.

Sabía que él no podía dormir porqué había sentido cómo saltaba por los truenos que caían agresivamente en la mansión, mi momento habia llegado así que me giré y lo abracé de su increíble torso.

Vanesa estas despierta?

El pobre se había asustado al sentir mis brazos rodeando su cuerpo, pero no era suficiente necesitaba más así que subí una de mis piernas arriba de él.

—Brahms... Brahms... —comencé a llamarlo cómo en mis sueños.

—Hey! —Brahms intentó moverme pero mi agarre esta vez era fuerte—. Estará soñando conmigo de nuevo?

"Vamos aver quién se muere por quién" subí mi cabeza hasta quedar por encima de su pecho, su corazón estaba latiendo con gran fuerza y su temperatura estaba subiendo. Creí que el me alejaría pero para mi sorpresa no fue así, Brahms se movió y se presionó contra mí mientras pasaba sus dedos por mi cabello para jugar con él.

Deje que Brahms jugara con mí cabello ya que tenia que seguir fingiendo que estaba en un sueño, no sabia hasta donde iba a llegar pero aún no era el momento de parar así que sujete a Brahms del cuello y de un moviendo rápido quede arriba de su cuerpo.







BRAHMS

Sabía que estaba fingiendo pero quería ver hasta dónde era capaz de llegar. La miré mientras dejaba escapar una sonrisa de victoria no era tan facil que alguien me ganará. La tome fuertemente de la cintura mientras la acercaba hasta mi rostro para volver a sus labios, esos labios que desde el primer instante que los probé sabía que serían mi mayor debilidad.

—Brahms espera —ella abrió sus ojos y se quedó muy sorprendida pero no veía alguna expresión de rechazó.

La acerqué hasta que mis labios tocaron la suave piel de su cuello, marque un caminó de besos y mordidas por todos lados. Comenzaron a sonar pequeños gemidos que provenían de ella.

—Brahms para.

—Tú inicias el juego y yo lo terminó.

Para mí sorpresa esta vez fue ella la que me beso y no era un beso dulce o tierno era algo más brusco; un beso que me quitaba el aire. Después de un rato ambos nos separamos para tomar algo de aire, su mirada seguía siendo pasible pero ahora un brillo fenomenal estaba presente, sus muslos estaban pegados a mi cadera y eso tenía un efecto que muy pocas veces experimente sólo.

Beso De Buenas Noches Donde viven las historias. Descúbrelo ahora