Me congele por completo, creí que talvez mi cabeza me estaba jugando un mal sueño. Incluso podía sentir cómo la temperatura de mi habitación había bajado o talvez eran mis nervios engañando me.
Ya no sabía si pensar que esto era una maldita pesadilla o en realidad todo estaba sucediendo. Sin darme cuenta había caído en una de mis crueles pesadillas, de la cual talvez no iba a poder escapar nunca.
Los pobres señores Heelshire sólo me miraban confundidos, ellos aún no se daban cuenta que detrás de ellos estaba aquel tipo; con esa máscara tan peculiar. Mis instintos me decían que tenía que salir pero mi miedo era lo que me tenía paralizada.
—Señorita que le pasa? —el Señor Heelshire me miraba confundido.
El tipo se posó detrás de ellos y puso a la vista el enorme cuchillo.
—Detrás de ustedes —fue lo único que salio de mi boca.
Por más miedo que tuviera, no me quedaría en silencio, sería muy cobarde de mi parte no intentar ayudar, talvez no lograría mucho pero al menos quería intentarlo. Y si tenía que pelear por salir con vida, lo haría.
La Señora Heelshire casi de inmediato sintió la presencia de aquel chico, sin embargo su reacción no era lo que yo esperaba.
—Por dios! Que haces aquí? —ella lo tomó de los brazos, quede tan confundida—. Te di una advertencia de lo que podía suceder, si volvías hacer lo mismo.
Ambos Señores tenían agarrado al chico de los brazos, algo estaban hablando, algo de lo cual yo no podía escuchar. No podía ni siquiera sentir nada, estaba completamente aterrada, sin saber que diablos estaba pasando.
—Qué está pasando aquí? Cómo es que conocen a este loco? —Mis piernas temblaban, mi cuerpo estaba frío, mi corazón parecía querer salir de mi cuerpo y mi mente estaba en un blanco total.
—Le pido que cuide sus modales Señorita Vanesa —la Señora me tiro una mirada tan fría, cómo si yo fuera el peligro para esa cosa a la que tenía agarrada.
—Le preocupaba más mis modales? Porque no se si se han dado cuenta que en mi habitación esta un tipo con una maldita máscara —lo señalé y aunque quería resistir el llanto; no pude más—. Tipo que por cierto hace unos minutos me amenazó con un cuchillo, cuchillo que coloco en mi cuello.
—Se que debe de estar muy alterada, pero le pido que se tranquilicé primero —la señora soltó al chico y comenzó a caminar hasta mí, donde tomó mi mano para acercarme hasta él—. El chico que está delante de usted es Brahms.
—Qué?
—El es Brahms Heelshire, nuestro verdadero hijo.
Sentí cómo cuando encontrabas aquella pieza faltante de él rompecabezas. Todos se estaba uniendo, cada pista, cada sentimiento; todo estaba tomando forma de poco en poco. Todo en mi mente comenzó hacer más claro, las dudas se resolvían solas; la única que me quedaba, era saber si ahora que el laberinto estaba resuelto podría tomar la salida.
—Se que estaba confundída, pero con el tiempo se acostumbrará —la señora me tomó del hombro, mientras que el pobre Señor solo miraba aterrado.
—De que diablos habla? Se supone que me quedaría a cuidar a un muñeco, no a éste.
—Porfavor! Deténgase antes de que ocurra una tragedia —gritó el señor Heelshire, mientras sostenía con la poca fuerza que aún tenía a Brahms.
—Me mintieron cierto? —las lágrimas caían por todo mi rostro, no era coraje lo que sentía; era tristeza.
No era coraje lo que sentía en ése momento, sentía una fuerte tristeza en mi pecho. Saber que una vez más me habían dado por la espalda era lo que me afectaba, estaba escapando de un infierno para sólo volver al mismo lugar. Yo había confiado ciegamente en esos ancianos, los quería ayudar, pero ahora veo que todo el mundo era así; la confianza parecía ya no estar en nosotros.
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Beso De Buenas Noches
Fiksi PenggemarUna chica nueva llega a la mansión Heelshire, después de que pasara un mes de aquella noche donde Greta había logrado escapar. Ella llega emocionada al saber que tiene una oportunidad para olvidar el terrible accidente que la atormenta. Llega con l...