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Mi cabeza dolía de una horrible manera, mis pies dolian con cada pisada y en cada respiración se dejaba notar mi cansancio. Recorrer los pasillos me parecía algo eterno, sin embargo para no era una opción y menos cuando detrás de mí estaba Brahms.

Antes de poder salir Brahms me tomó del brazo y de un jalón me tumbó al suelo.

Antes de poder salir Brahms me tomó del brazo y de un jalón me tumbó al suelo

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Tengo que admitir que eres veloz.

Subió arriba de mí, me beso de una manera que jamás había probado después me susurró algo que no alcance a entender. Algo me hizo gritar de dolor, baje mis manos hasta mi pecho, al ver mis manos estas estaban llenas de algún líquido. La risa de Brahms me desconcertada más, pero al ver que en su mano tenía un cuchillo entendí que aquel era mi sangre; la cual salía desde mi pecho.

Todo estaba dando vueltas, intenté tomar la mano de Brahms pero este simplemente se burlaba en mi rostro

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Todo estaba dando vueltas, intenté tomar la mano de Brahms pero este simplemente se burlaba en mi rostro.

—Buenas Noches.


Desperté tan alterada que me costaba respirar con normalidad. Llevé ambas manos al pecho e intenté controlarme, las frías gotas de sudor bajaban por mí rostro, la luz de fuera me hizo saber que ya era algo tarde. Me levante si siquiera cambiar mi ropa, mi prioridad por ahora era encontrar a Brahms, después de lo que había pasa necesitaba saber que él estaba bien y que las cosas se podían arreglar.

Baje despacio las escaleras y antes de poder entrar a la cocina Brahms me asustó.

Buenos días —él se veían tan tranquilo, estaba justo en la entrada de la biblioteca con un libro en sus manos—. O debería decir tardes?

—Lo siento, estaba algo cansada —me lleve las manos al cabello para arreglar los cabellos que aun caían en mi rostro.

—Te deje el desayuno en la mesa —tan rapido cómo lo dijo se giró y me dio la espalda.

—Gracias.

—Desayuna y cuando termines puedes venir a la biblioteca.

—Claro.

Beso De Buenas Noches Donde viven las historias. Descúbrelo ahora