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Cariño despierta!

La voz de ella me hizo despertar de mi cómoda siesta. Me levanté casi de inmediato y cambie mi ropa.

Al bajar la vi a ella, siempre con esa hermosa sonrisa, su cabello rubio caí por toda su espalda y esa vibra que ella tenía llenaba todo a su alrededor de vida.

Buenos días cariño —me plantó un beso y continuó preparando el desayuno.

—Perdón por despertar tan tarde —le dedique una sonrisa y le ayude a poner la mesa—. Estos días han sido algo pesados.

—Cariño, sabes que no tienes que disculparte conmigo —puso todo en la mesa y se sentó a desayunar—. Sabes que entiendo perfectamente tu vida.

—Es por eso que te amo tanto —tomé su suave mano y la bese—. Eres una increíble mujer, qué haria yo sin ti?

—Posiblemente dejar que el desayune se te quemé —ambos nos reímos y continuamos con nuestro alimentos.

El día había pasado algo rápido y como casi siempre había estado fuera de casa. Al llegar tomé un baño y fui directo a mi habitación. Me acosté sin hacer mucho movimiento pues no quería que ella despertará, sabía que era muy difícil conciliar el sueño para ella así que fue muy precavido con mis movimientos. Estaba seguro de querer formar una familia con ella, nuestra relación siempre fue algo normal pero a veces deseaba poder salir de aquí o tener más tiempo para ella, era una mujer que merecía hasta la misma luna.

Estando apuntó de quedarme dormido logré sentir su mano en mi pecho, sabía que eso significaba un "voltea y abrázame" así que antes de que lo dijera la tomé por la cintura y la pegué a mi pecho; esas eran las mejores noches para mí.

Hey! Despierta —los movimientos bruscos de ella me hicieron reaccionar.

—Qué... que pasa?

—Alguien te busca en el teléfono —señaló en dirección al pasillo—. Dice que es urgente hablar contigo.

—Alguien quiere hablar conmigo? —tomé el reloj que estaba en la pequeña mesa—. A esta hora? Quien rayos marca a esta hora?

—No tengo idea cariño.

—Está bien —me levanté de la cama y antes de salir le di un pequeños beso—. Tu quédate aquí e intenta dormir, seguro alguien se equivocó.

Baje hasta llegar al teléfono, lo tomé y respondí.

Hola?

—Buenas noches Señor —la persona que respondía sonaba algo agitada—. Esperamos no causar molestias.

—Creo que estas no son horas para llamar a alguien —le respondí algo molestó, mi enojo era porque sabía que le costaría trabajo volver a conciliar el sueño a ella.

—Lo entendemos señor, pero esto es algo urgente.

—Pues dígame en que les puedo ayudar.

—Seremos directos con usted.

—Sí, porfavor.

—Conoce a los Heelshire?

—Claro que los conozco.

—Bueno, queremos informarle que ellos murieron.

—Qué? —sentí cómo un escalofrío recorría todo mi cuerpo.

—Ellos dejaron unas cartas y en ellas dejaron este número de teléfono así que necesitamos que este aquí. Su presencia es importante Señor Oliver.



Beso De Buenas Noches Donde viven las historias. Descúbrelo ahora