0060

1.2K 109 43
                                    

La visibilidad en los pasillos era nula, había demasiado humo cómo para saber a donde ir o que camino tomar, esta sensación era tan idéntica a la de mis pesadillas al perderme.

Cada paso que daba al recorrer los pasillos me hacían recordar todos los momentos que había tenido aquí. Era una explosión de sensaciones que estaban abrumado más mi mente.

Sentí como alguien me tomó por la espalda, creí que era Brahms.

—No vayas a gritar.

—Oliver! —me abracé de él—. Me alegra saber que estas bien.

—A mi también me da gusto ver que sigues viva —delicadamente acomodó unos mechones de mi cabello—. Lamentó todo lo que te está pasando, no sabia que ellos también eran parte del plan de Greta pero me imaginó que solo querían protegerte.

—Protegerme? Si querían hacer tal cosa no hubieran aceptado acabar aquí, no están aquí por mí.

—Son tus padres!

—Y es por eso que se sus intenciones! A ellos les va importar más algo material que mi vida.

—Vanesa ellos no son tus enemigos, todos aquí estamos bajo amenazas.

—Créeme que ellos no y sabes qué no estoy aquí para preocuparme por ellos.

—Brahms esta con Greta.

—Qué?

—Están en la vieja habitación.

—Escucha Oliver tienes que salir de aquí, la mansión se esta cayendo a pedazos, ya me ayudaste mucho así que busca a Evelyn y salgan.

Sentí el fuerte agarre de Oliver, era obvio que no iba a permitir que fuera en búsqueda de Brahms. Olivera podía tomar a Evelyn y salir de aquí; ya había ayudado en muchas ocasiones, si algo salía mal, no quería cargar con la muerte de ellos.









BRAHMS

desde de mi vieja habitación podía llegar el olor de la madera ardiendo, el humo ya estaba siendo visible y estaba afectando mi respiración. 29 años había pasado aquí, 29 años en los que crecí, conocí malas personas, sufrí, me dañe y dañe; pero también había tenido la oportunidad de aprender, confiar, de conocer a personas, enamorarme de una chica sensacional. Si hoy sería mi verdadera muerte me iría sabiendo que al final si logré tener buena vida, después del dolor y el sufrimiento; logre tener paz gracias a ella. Lo único que desearía antes es saber que ella está fuera de esta mansión.

—En que tanto piensas Brahms? —el sonido del arma cargando me obligó a volver a este infierno—. En verdad la amas tanto cómo para dejar que sea tu último recuerdo.

—Celosa?

—Para nada —se acercó hasta mí y subió el arma colocándo la detrás de mí—. Aunque ella sea tu último pensamiento seré yo la que te quite la vida.

—Sabes Greta en el fondo siento lastima por ti.

Se alejó tociendo y riéndose de una manera grotesca.

—No me digas! Ahora eres tu el que siente lastima.

—Todo ésto lo hiciste por alguien que no hizo más que dañarte, o ya se te olvido lo que le contabas a Malcom sobre Cole.

—No menciones su nombre —subió el arma hasta quedar en dirección a mi cabeza.

—Después de todo el daño que el ocasionó, vienes hasta donde están sus asquerosos restos.

Beso De Buenas Noches Donde viven las historias. Descúbrelo ahora