El Brillo En Sus Ojos.

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Un segundo antes de que Brahms decidiera clavar el desarmador en mi pecho me moví tratando de esquivarlo. Falle al final ya que Brahms había logrado clavarlo justo en mi hombro. Un fuerte dolor llegó ya que la fuerza con la que lo había hecho Brahms fue brutal. La sangre comenzaba a salir, el dolor era algo irreal y ahora tenía 2 heridas. El sólo se quedó congelado al ver que el desarmador realmente estaba enterrado en mi hombro, sus manos estaban manchadas de sangre pero se veía confundido casi cómo si en el fondo no hubiera deseado hacer esto.

 El sólo se quedó congelado al ver que el desarmador realmente estaba enterrado en mi hombro, sus manos estaban manchadas de sangre pero se veía confundido casi cómo si en el fondo no hubiera deseado hacer esto

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Tenia que moverme rápido aún tenía algo de fuerza, antes de que el decidiera hacer algo más lo tomé de sus hombre y con algo de impulso logré golpear su abdomen con mi rodilla.  La nueva herida del hombro me dolió al tomarlo de sus hombros pero al menos tenia nuevamente mi segunda oportunidad para salir de una vez por todas de este infierno. Brahms estaba en el suelo cómo si el golpe de verdad le hubiera hecho demasiado daño, no tenía idea si estaba fingiendo de nuevo o de verdad había logrado dañar lo.

No me quedaría averiguar así que me levanté con mucho cuidado, con pasos lentos pero seguros comencé a caminar hasta salir de esta habitación.

—No te vayas —Brahms comenzó a gritar pero esta vez se escuchaba cómo si ya no le quedará más energía.

—Pudrete enfermó.

—Yo no quería.

—Claro Brahms tu no querías hacerme daño, eres inocente de todo.

—Yo quería ayudarte de verdad —gire despacio mi cuerpo para poder verlo, aun seguía en el suelo, tenía ambas manos en su abdomen y a pesar de que la máscara no me dejara ver sus expresiones; sus ojos tenían de nuevo ese brillo y unas lágrimas salían.

—Pues gracias por tu ayuda.

—Yo no quería dañarte.

—Adiós Brahms.

Brahms sólo me gritaba suplicando que me quedará pero ya tenía suficiente con esto y ya no podía aguantar más mierda.

Al llegar a las escaleras la herida del hombro dolía más, cada movimiento lograba hacerme más daño, si lo quitaba me podía lastimar más ya que no sabia cuál tan grave era el daño y si lo dejaba me lastimaria con cada movimiento.

Con mucho cuidado logré sacarme la blusa para sujetar la herida y parar la sangre. Me senté por un momento, tome la suficiente fuerza y comencé a sacarlo. Podía sentir cómo la piel se movía con cada movimiento, la sangre comenzaba a salir con más fluidez y unos cuantos pedazos de piel se desprendieron al sacar el maldito desarmador.

Al final termine gritando del dolor, no podia evitar que mis lagrimas salieran

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Al final termine gritando del dolor, no podia evitar que mis lagrimas salieran. Pensé que terminaria desmayada por el dolor pero rápido sujete la herida con la blusa y sabía que tenía que salir al pueblo a buscar ayuda.

Me levanté con mucho cuidado y comencé a bajar los escalones. Había perdido algo de sangre, ya que la herida de la pierna aún sangraba y comenzaba a tener unos horribles mareos. 

Cada paso era un infierno de dolor e incluso podía sentir cómo mi brazo dejaba de tener fuerza.

—Yo puedo —tenía que darme fuerzas yo misma si quería escapar.

—No sigas —Brahms me sujetaba de un brazo y se notaba igual de cansado.

No tenía ni la menor idea de cómo me había alcanzado pero ahora estábamos cercas de nuevo. Por su respiración parecía estar agotado, el sudor bajaba por todo su rostro y tenía una gran mancha de sangre sobre su abdomen.

—Quiero que me dejes en paz Brahms —intenté sacarme de su agarre pero mis fuerzas cada vez eran menos.

—No lo entiendes verdad? Tienes que dejar de caminar de lo contrario te vas a lastimarme más.

—Y que? Voy a morir acaso Brahms?

—No lo se, pero déjame revisar tus heridas para evitar algo.

—Claro y luego me vas a torturar más no?

—No solo quiero reparar mi error.

—Pues es muy tarde.

—Vamos a tu habitación porfavor.

—Dirás al cuarto de tortura.

—Vanesa porfavor déjame ayudarte.

—Sabes que Brahms, prefiero morir desangrada o por una maldita infección en la herida que morir por ti —con la fuerza que me quedaba, me jale logrando salir del agarre de Brahms, solo que terminé perdiendo el equilibrio y resbale por las grandes escaleras.
 
Mi cuerpo comenzó a rodar por las escaleras, en casi todos los escalones llegaba a golpearme y ahora si estaba segura que ya no tendría más fuerzas para escapar. Mi última oportunidad tendría que esperar, justo cuándo llegué al final levanté la mirada y me di cuenta que la puerta estaba enfrente de mi; solo tendría que esforzarme para llegar. Intenté arrastrar mi cuerpo pero ya estaba muy lastimada y débil. Aún sabiéndolo tenía al menos que aprovechar todo.

Mi papá solía decir que nunca perdía la fe en lo que hacía y al final siempre terminaba mis pequeñas metas.

Así que cómo por obra de magia me llene de más energía, me levanté aunque mi cuerpo doliera y apresuré el paso hasta la cocina. Si salía era casi seguro que Brahms me detuviera pero si volvía a preparar una trampa podría tener más tiempo.

—Deja de lastimarte, date cuenta que te estas dañando más.

Brahms también estaba algo dañado ya que su velocidad no era la misma, incluso logre ver cómo le costaba caminar.

Estaba apuntó de llegar a la cocina pero mis piernas ya no tenían la suficiente fuerza para continuar y caí al piso. Intenté levantarme pero ya no podía simplemente mi débil cuerpo cayó al suelo esperando por algo de ayuda.

—Prometo que no te haré daño —Brahms estaba caminado en mi dirección, demasiado lento a decir verdad.

—Aléjate de mí.

—Voy a cuidar de ti.

—No necesito que me cuides yo puedo sola.

—Vaya al final si te pareces a mi.

—No te equivoques Brahms. Yo no soy igual a ti.

—Te voy a llevar a tu habitación para curarte.

—Qué no quiero.

—Tranquila todo estará bien.

—Brahms no porfavor.

—Buenas noches.

Sin nada más que decir mis ojos se cerraron y solo podía sentir cómo Brahms me levantaba del suelo para llevarme en sus brazos.

Sin nada más que decir mis ojos se cerraron y solo podía sentir cómo Brahms me levantaba del suelo para llevarme en sus brazos

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Beso De Buenas Noches Donde viven las historias. Descúbrelo ahora