Chloe
☆
«LA VIDA REAL»❗️
Capítulo con contenido sensibleSeptiembre, 2015
Son las once de la noche, cuando me cuelo en la habitación de invitados de la casa de campo de los abuelos de Ryan, para hurgar entre los bolsillos de las chaquetas y los bolsos de los invitados, en busca de tabaco.
Laia está esperándome fuera, escondida detrás de uno de los árboles de la parte trasera de la finca que rodea la enorme casa.
Es el cumpleaños de Carla, la madre de Ryan, y como no podía ser de otra forma, Adrián y yo hemos tenido que venir con ellos. Recorrer no sé cuántos kilómetros para poder venir aquí, cuando lo que menos me apetece, es salir de la cama.
Obviamente, me negué rotundamente a moverme a ningún lado cuando me lo dijeron, pero la bronca que Adrián me echó, en la que me llamó "desagradecida" no sé cuántas veces, hizo que me enfadara, pero también, que me quedara sin opción a negarme. No quería seguir escuchándole, así que la forma más fácil de hacer que se callara..., era aceptando. Pero puse una condición, que mi mejor amiga pudiera venir conmigo.
Parece que la ansiedad que todo esto me ha producido, y la que llevo arrastrando desde hace unos meses, no ha podido frenar mis ganas de fumar, y está claro que a mí a mejor amiga tampoco.
Algo le pasa.
Algo no está bien.
Y necesito saber por qué y el qué.
Busco con más ímpetu en los bolsillos de la cazadora de mi hermano, en busca de una cajetilla. Sé que fuma, aunque él piense que lo oculta que te cagas. La cantidad de noches que me he asomado por la ventana y le he visto a él con Ryan de madrugada hablando, mientras se ventilaban los paquetes..., no caben en las manos de las cincuenta personas que mínimo hay hoy en esta casa.
Por eso, estoy casi segura de que entre los bolsillos de su chaqueta, tiene que haber algún paquete. Y así es.
Me hubiese gustado robarlo de otra persona para, de alguna forma, no levantar sospechas, pero tampoco quería tirarme tres horas rebuscando entre cosas personales. Tengo lo que quiero, y eso es lo importante.
Me lo escondo bajo el jersey, enganchándomelo con el sujetador, y salgo de la habitación sigilosamente, e intentando aparentar que vengo del baño, una vez comienzo a bajar las escaleras.
Me encuentro con la mirada de mi hermano y la de Ryan, cuando emprendo el camino hacia la salida de la casa. Ambos están sentados en uno de los sofás, con un botellín de cerveza en la mano.
No dicen nada y yo tampoco, pero a la mente me viene el pensamiento de que Adrián está a menos de una semana de irse a Madrid a estudiar. Nunca una misma situación me había parecido tan atractiva y terrorífica a la vez.
Adrián lejos me dará una libertad impresionante, pero eso también significa tener a la única persona que me queda en mi familia lejos de mí e, inevitablemente, aquello me asusta más que cualquier otra cosa ahora mismo.
«No quiero quedarme sola.»
Siento una presión en el pecho ante aquel pensamiento, y apresuro el paso todo lo que puedo, para llegar cuanto antes con mi amiga, y encendernos aquel cigarrillo que seguro las dos necesitamos.
—Has tardado —dice la pelirroja, cuando estoy a un par de metros de distancia—. ¿Lo has conseguido? —pregunta algo ansiosa.
Me siento a su lado mientras le digo que sí con la cabeza. Meto mi mano por debajo de mi jersey, y saco el paquete. Laia saca del bolsillo de su pantalón un mechero.
ESTÁS LEYENDO
A fuego lento ©
RomanceChloe tiene un sueño: que su banda de rock y su música resuenen en los corazones de todo el mundo. Componer canciones ha sido lo que le ha salvado la vida después de sentir que todo estaba completamente destruido y perdido... Sobre todo ella. Sin...