A fuego lento ©

05 | Puto Ryan

Chloe
☆
«PUTO RYAN»

Vuelvo a estar enfocada en A Fuego Lento a los dos días de aquel último momento lleno de altibajos y sentimientos enredados.

Continuamos los ensayos en el garaje que alquilamos para poder hacer todo el ruido que necesitáramos, a las horas que quisiéramos sin molestar a nadie, ya que tuvimos bastantes problemas con el tema del ruido antes de pasarnos a hacer los ensayos aquí. Nos vimos con la obligación de buscarnos un lugar nuevo y más aislado de las comunidades de vecinos.

El segundo día de ensayo seguimos sin guitarrista. Conseguimos hablar con Charlie, pero siguió con su predicación de que "se pasa el contrato por el culo".

Yo sigo intentando salvar las actuaciones haciendo el papel de la cantante y la guitarrista, pero para ser completamente honesta y franca, creo que no he nacido para hacer esas dos cosas a la vez.

—¿Os puedo dar un consejo?

Levanto la mirada y me encuentro con la de Ryan, quien lleva todo el ensayo observándonos sentado desde una silla de playa oxidada. A pesar de que los ensayos son privados, Laia sí quería que él estuviera presente, y aunque parezca mentira, hemos jugado a piedra, papel o tijera para decidir si se quedaba o no.

Y..., bueno..., la tía me ha dado una paliza. Por eso ahora él está aquí.

—N...

—¡Sí! —exclama Laia, antes de que a mí me dé tiempo a contestar.

Él no tarda en hablar para que yo no pueda impedírselo.

—Tenéis que empezar la actuación con canciones conocidas. Así estoy seguro de que captaréis la atención de la gente desde el primer momento. Si les gustáis, os seguirán escuchando; a vosotras y a vuestras canciones, y si no, pues no lo harán. Pero es una buena forma de que llaméis su atención —propone.

Miro a Laia, pero ella está sonriendo a Ryan mientras que le asiente con la cabeza, como dándole a entender que está completamente de acuerdo con lo que ha dicho.

—¿Y qué canciones sugieres que cantemos? —pregunto, cruzándome de brazos.

Ryan se acomoda en la silla. Pone su tobillo derecho en su rodilla izquierda y también se cruza de brazos.

Me jugaría la mano a la hora de decir que lleva desde el principio del ensayo con una canción en mente.

—Canciones como Do I Wanna Know?, por ejemplo —opina.

No puedo evitar reírme.

—Yo no tengo voz para ese tipo de canciones —confieso.

Ryan levanta una ceja sin poderse creer que volvamos a tener la misma conversación que la que tuvimos en el callejón hace unos días, y más aún después del resultado que obtuve tras decir que no podía.

Pero es que hay una pequeña diferencia entre el otro día y hoy. La canción que canté en el AMOUR y la que Ryan sugiere ahora requieren muchas cosas diferentes. Y, por alguna razón que debe ser personal, me parece mil veces más difícil Do I Wanna Know?

—Creo que eres la única que lo piensa —dice Laia—. Llegas a las notas perfectamente.

Niego con la cabeza, pero no para negar sus palabras, sino porque pienso que esta canción requiere mucho más que llegar a unas notas altas y tener una buena afinación. Requiere una fuerza y un carácter en el escenario que no estoy segura de ser capaz de transmitir e interpretar. Que no estoy segura de tener.