24 | Karma

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Chloe

«KARMA»




Una semana más tarde, hemos retomado las actuaciones en los bares, pero con la pequeña diferencia de que esta vez no hemos sido nosotros los que hemos pedido el permiso para poder tocar, sino que los propios dueños han sido los que nos han ofrecido ir para hacerlo. Hemos pasado de rogar una actuación, a que nos la rueguen. Llevamos una semana siendo publicitados por los propios locales. Han colgado nuestro cartel en la puerta, anunciando el día en el que estaremos, como si fuéramos el estreno de una peli protagonizada por el mismísimo Leonardo DiCaprio.

Por otro lado, hace menos de 24 horas que nuestro videoclip ha sido subido a YouTube, y ya tiene más de 25.000 visualizaciones. Una cifra que asusta, pero que también tiene bastante sentido teniendo en cuenta que nuestro perfil de Instagram casi tiene 85.000 seguidores...

También llevamos casi la mitad de las entradas vendidas para el concierto que vamos a dar en Madrid. Todos los días, Laia se encarga de recordar por stories que estaremos en la capital actuando en poco menos de una semana...

Estaremos en La Riviera, una sala de conciertos y discoteca que tiene un aforo de unas 2.500 personas... Teniendo en cuenta que llevamos unas 1.100 entradas vendidas, se puede decir que hemos duplicado el aforo del concierto en Cocoloco.

Creo que estoy un poco obsesionada con los números..., pero es que ser consciente de que llegamos a los «miles», me asusta y me alegra a la vez... Cada vez estamos más cerca de poder cumplir nuestro sueño de verdad, el de poder actuar en un gran estadio.

Esta semana han pasado muchas cosas, pero lo más fuerte del asunto es, que un representante de artistas se ha puesto en contacto con nosotros, para cuando demos el concierto en Madrid.

Un representante...

Tenemos un puto representante. Una persona que se va a encargar de no solo dirigir gran parte de nuestros pasos en la capital, sino que también nos informó de que el jueves por la mañana, tendremos una furgoneta que nos llevará gratis a Madrid, y que nos dejará en la puerta de un hotel (que no tendremos que pagar), para que nos alojemos el fin de semana que vamos a estar...

Perdona que te diga, pero eso es lo que hacen con Lady Gaga.

Ya os podéis imaginar cómo está mi mejor amiga...

Exacto, creyéndose Lady Gaga.

Tiene la maleta preparada desde hace dos días, cuando aún nos quedan cinco para irnos.

—Llévame con vosotros, Chloe. Llévame. Llévame. Llévame. —Joel me zarandea agarrándome de los hombros.

Echo la cabeza para atrás y suelto un gruñido. Lleva como unos cinco minutos así.

—Ahora sí quieres saber algo sobre nuestra banda, ¿no? Capullo.

—Antes no erais emocionantes, chula —bromea.

Le saco el dedo y me quito sus manos de los hombros.

—Esta noche actuamos en el AMOUR, ven —le animo.

Niega con la cabeza, y se cruza de brazos como un niño pequeño indignado.

—No. Yo quiero veros actuar en Madrid.

—Pues cómprate un billete y ven a vernos, a mí qué me cuentas.

—Habla con tu representante y dile que seréis uno más. Venga, Chloe, que no he salido nunca de esta mugre de lugar y no tengo dinero para ir.

Me cruzo yo también de brazos y me encojo de hombros. Me ha dado un poco de pena porque yo tampoco he salido de Gandía nunca y puedo entender las ganas de querer viajar... Joder, llevo diecinueve años de mi vida soñando con este momento, entiendo que Joel se aferre a nosotros con la esperanza de que le saquemos.

A fuego lento ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora