Extra 5 | StarFire (Ha nacido una estrella)

665 55 11
                                    

Chloe

«STARFIRE (HA NACIDO UNA ESTRELLA)»




Mayo, 2047


Hace muchísimo tiempo que dejé de creer en las causalidades. Empecé a sospechar que en la vida todo está pensando y cuadriculado para que sea perfecto, cuando mi hija nació el mismo día en el que mi propia historia comenzó... Pero por si eso no me parecía suficiente, lo que va a ocurrir hoy, me entrega la prueba más irrefutable de que todo en mi vida estaba escrito desde antes de que naciera, pero en especial, desde antes de que Estrella lo hiciera.

Hoy es su decimoctavo cumpleaños.

Hoy, mi hija, cumple la mayoría de edad, y está a punto de experimentar todo a lo que Ryan, Laia y yo le decimos "adiós" (al menos temporalmente).

Hoy finalizamos nuestra última gira con A Fuego Lento. Nos retiramos. Aunque no del todo. Seguiremos subiéndonos a los escenarios, pero no haremos las mismas giras ni los mismos espectáculos que hemos estado haciendo durante los últimos casi treinta años...

Treinta años...

¿Quién se lo iba a decir a la Chloe de diecinueve que estaba la mar de angustiada porque Charlie había dimitido a dos días de comenzar su primera "gira"?

Decirle adiós a los escenarios sería igual de doloroso que firmar mi propia sentencia de muerte siendo alguien inocente... Nunca sería capaz de abandonar mi banda, mi grupo, los conciertos, mi pasión por la música y, mucho menos, a la gente que desde el primer momento confío en nosotros y que ha estado creciendo a nuestro lado siempre...

Seguiremos haciendo lo que nos ha movido durante tantos años, pero tanto Laia, como Ryan y como yo, sentimos que necesitamos otro estilo de vida.

Está claro... que nos hemos hecho mayores.

Hoy le ponemos un punto y aparte a nuestra historia, para que la de alguien..., pueda empezar.

—Bueno, se que prometí que no me pondría sentimental, pero va a ser que me voy a comer mis propias palabras y que me vais a tener que escuchar, porque esta noche tengo mucho que agradecer —digo a través del micrófono, mirando con los ojos inundados de lágrimas al público—. Como sabéis, hoy, A Fuego Lento..., de alguna forma, llega a su fin, y creedme cuando os digo que decir esas palabras me queman el alma porque os miro, y siento que el tiempo no ha pasado. Ahora mismo me siento como esa niña de diecinueve años que dio su primer concierto en el WiZink Center de Madrid con las piernas temblando y con unas ganas de comerse el mundo increíbles... Me siento afortunada de poder decir, casi treinta años más tarde, que así ha sido.

La gente aplaude y ese momento me sirve como pausa para limpiarme las lágrimas y encontrar la voz en mi garganta de nuevo.

—Gracias a vosotros, a vuestra confianza y persistencia, nosotros hemos recorrido el mundo con esta banda que salió de la mente de una cría que necesitaba sacar fuera todo lo que sentía dentro. Gracias a vosotros, cumplí más de lo que nunca me hubiera imaginado lograr, y bajo la mejor compañía de todas. —Miro a Laia y Ryan, quienes están también muy emocionados y con los ojos cristalizados—. Hoy tan solo hay espacio para dedicaros palabras de agradecimiento por todos estos años. Por haber seguido a nuestro lado, por haber crecido junto a nosotros, y por demostrarnos vuestro amor incondicional en cada nuevo lanzamiento y concierto. Gracias de corazón por seguir a nuestro lado después de tantos años, y por confiar en mi música.

La gente vuelve a aplaudir y yo les hago una seña con la mano a Laia y a Ryan para que se acerquen a mí, porque los tres tenemos algo que anunciar.

A Fuego Lento no va a desaparecer para siempre. Nunca va a apagarse. Seguiremos aquí, con vosotros, en los escenarios, conquistando vuestros corazones un poco más..., pero aunque hayamos acaparado casi su totalidad, esperamos que aún tengáis un hueco dentro de vosotros donde quepa más música, más rock, y mucho más apoyo incondicional, de ese que solo vosotros sabéis dar... —La gente vitorea por la intriga de saber qué es lo que intentamos contar—. Hoy, mi hija Estrella, cumple dieciocho años. Ella ha crecido entre tarimas, camerinos, música, instrumentos y aviones..., y cómo no podía ser de otra forma, su sueño, desde que tiene conciencia, ha sido lograr lo mismo que sus padres han logrado... —La gente chilla enloquecida cuando empiezan a entender por dónde van los tiros—. En su mente también apareció una banda de rock que desea salir a la luz. Y gracias a que su tía es la mejor batería de este mundo, su mejor amiga va a poder acompañarla en este sueño..., como Laia siempre ha hecho conmigo.

A fuego lento ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora