Chloe
☆
«DALE TIEMPO AL TIEMPO»—Buenos días, señorita.
Pego un grito ahogado cuando escucho una voz que no me esperaba. Con la mano en el pecho, busco a mi mejor amiga en la habitación del hotel. No tardo en localizarla sentada en el sillón de piel que está junto a la ventana. Tiene las piernas cruzadas, los codos apoyados en los reposabrazos, y las manos juntas mientras repiquetea los dedos.
Parece una villana de Disney.
—¿Qué haces despierta? —pregunto, mientras cierro la puerta a mis espaldas. No son ni las ocho de la mañana.
—¿Tú qué crees? —pregunta, con cierta ironía—. La próxima vez que tengas pensado dar un concierto a las tres y siete de la mañana, avisa, cariño, porque una ya no está para desvelarse a estas horas.
Me pongo roja como un tomate.
Sabía que me estaba pasando. Que tendría que haberme puesto la mano en la boca, o haberme mordido los labios, porque mi mejor amiga me estaba escuchando.
Dios mío.
—Lo siento —contesto, avergonzada.
A Laia se le instala una sonrisa en los labios. Una sonrisa torcida que consigue ponerme los ojos en blanco y que también me grita que huya de aquí porque, si no, me voy a tener que someter a una conversación que no me apetece mucho tener.
—Te lo has gozado, guarrilla. —Me acusa con el dedo índice—. ¿A ti nunca te han dicho que no se come delante de los pobres?
Me cruzo de brazos y cargo todo mi peso en la pierna derecha.
—¿Acaso he follado delante de ti? —le devuelvo la pregunta, con el mismo deje sarcástico en mi voz.
—No, pero por el volumen de tus gemidos, sentía que estaba dentro de vuestra habitación.
Me vuelvo a poner roja.
Mira que tengo confianza con Laia. Nos hemos visto todo y de todas las formas humanas posibles. Hemos hablado de cosas raras y perturbadoras. Hemos puesto en común paranoias, fantasías, miedos y cosas muy cancelables, pero, por alguna razón, ahora siento que quiero que la tierra me trague y que me escupa en cualquier otro lugar... Aunque, si es de nuevo en la habitación de Ryan, pues mucho mejor.
«Chloe...»
Es que quiero estar con él...
¿Y si me doy media vuelta y me ducho en su habitación y nos dormimos juntos una horita más?
Sí, esa sería una buena idea.
Una muy buena idea.
—¿Hola? ¿Chloe? —Laia chasquea sus dedos para captar mi atención.
Mi respuesta es sonreír ampliamente. Luego me doy media vuelta para agarrar el pomo de la puerta.
—Oye, ¿adónde vas ahora? —pregunta, y se levanta del sillón apresuradamente para alcanzarme.
—Con Ryan.
—¿Otra vez? ¡Pero si acabas de venir de estar con él! —musita en un lamento.
—Pareces una novia tóxica —la acuso, con cierta burla.
—Es que me está robando a mi mejor amiga —se queja con un tono lastimero e infantil. Solo le ha faltado dar un golpe al suelo con el pie.
—Échate novia, Laia —la pico.
—¡Eso intento!
—Pues inténtalo mejor... —Sonrío de forma burlona... Aunque creo que he firmado mi sentencia de muerte diciendo eso...
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A fuego lento ©
RomanceChloe tiene un sueño: que su banda de rock y su música resuenen en los corazones de todo el mundo. Componer canciones ha sido lo que le ha salvado la vida después de sentir que todo estaba completamente destruido y perdido... Sobre todo ella. Sin...