46 | Iluminando la capital

1.2K 70 6
                                    

Chloe

«ILUMINANDO LA CAPITAL»




2 meses más tarde...


—Muy buenos días a todos nuestros oyentes. Estamos aquí un día más para hablar de lo que nos gusta; de música, de talento, de éxito —dice el locutor de radio—, y da la casualidad que hoy estoy muy bien acompañado, porque a mi lado tengo a las personas que mejor definen esas tres palabras desde hace ya varios meses. ¿Sabéis de quién os hablo? —Cuela un clip de dos segundos de nuestra canción «Destine inevitable» —. Ellos empezaron tocando en los bares de un pequeño municipio de nuestra querida Comunidad Valenciana, pasaron por la capital hace unos meses donde nos regalaron un concierto en la conocida sala La Riviera, y el 2 de marzo estarán llenando el mismísimo WiZink Center. Sí, sí, como lo oyes. En menos de dos horas, vendieron todas las entradas. Hubo más de cincuenta mil personas intentando conseguir la suya, pero solo diecisiete mil, fueron los afortunados. —Eso me sigue pareciendo muy fuerte—. ¿Ya te vas haciendo la idea de quiénes son? —Vuelve a colar otro clip de música—. Ellos se caracterizan por ser un grupo de rock juvenil, sexy, divertido, romántico, y muy muy atrevido. Su primer álbum, recién salido del horno, ya cuenta con un gran número de descargas y tiene más de dos millones de escuchas en total. Una auténtica locura. Hace unos meses nos visitaron cuando empezaban a darse a conocer, y ahora ya cuentan con más de un millón de seguidores en redes sociales. Se podría decir que estos tres... la han liado parda. —El corazón se me sube a la garganta al ser consciente de que todo lo que el locutor ha dicho es jodidamente cierto, aunque me parece un sueño—. Bueno, si todavía no sabes de quién estoy hablando, te los presento de una vez. Ellos son: Ryan, Laia y Chloe; los integrantes de A Fuego Lento, la banda de música que lo está petando. ¿Qué tal estáis, chicos? ¡Qué ilusión volver a teneros aquí!

—Muchas gracias —decimos prácticamente los tres a la vez, con una sonrisa de oreja a oreja.

Yo comienzo a jugar con el collar plateado con el corazón rojo que Ryan me regaló hace seis años, con nerviosismo.

La verdad es que siento que me está dando suerte llevarlo.

—Bueno, quiero que me contéis cosas. Por ejemplo, Chloe, ¿cómo os sentís?

Me recoloco los auriculares y me acerco al micrófono.

—Pues cómo nos vamos a sentir..., infinitamente felices. Mientras hablabas no podía dejar de pensar en que estaba soñando y no viviendo. La verdad es que para los tres es un auténtico regalo lo que estamos consiguiendo, y personalmente hablando, un completo sueño. Sigo sin asimilar del todo que acabo de sacar mi propio disco, que tenga un concierto con miles de personas, que haya gente... a la que le gusta lo que hacemos, porque, al fin y al cabo, sin ellos, hoy no estaría ni haciendo esta entrevista.

El periodista asiente con la cabeza, como dándome la razón.

—¿Y tú Laia? ¿Qué nos puedes decir?

Mi mejor amiga me mira y me sonríe antes de hablar.

—Pues que estoy muy orgullosa de Chloe. Que aunque el éxito sea de los tres, la que más ha luchado, soñado y trabajado para que hoy podamos estar anunciando lo que anunciamos, es ella. Así que muchas gracias por hacer a mi mejor amiga tan feliz, porque por fin, de verdad, así se siente.

Se me encoge el corazón y los ojos se me humedecen.

Tengo a la mejor amiga del mundo, y nunca me cansaré de pensarlo, ni tampoco de dar las gracias porque aquella niña de dos coletas coincidiera en mi clase, cuando teníamos tres años.

Desde que hablamos por primera vez con las manos llenas de plastilina, la ropa manchada de pintura, y la cara llena de mocos, supe que nuestra amistad sería algo para toda la vida.

A fuego lento ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora