A fuego lento ©

38 | Justicia

Ryan
★
«JUSTICIA»

Por alguna razón, no he sido capaz de subir a mi casa cuando he llegado. En vez de entrar en mi portal, me he quedado en el coche. Me he quedado dentro, con la mirada perdida al final de la calle, y pensando continuamente en las palabras de Chloe. Sintiendo rabia al pensar en Izan, y sintiendo que mientras que yo me como la cabeza a altas horas de la madrugada, algo malo está ocurriendo en algún lugar.

Es raro de explicar, pero es como si lo estuviera intuyendo...

Sé que Chloe ha sido muy clara conmigo, pero para quitarme aquel sabor amargo de la boca, me atrevo a ponerle un mensaje, jugándomela, sabiendo que muy probablemente, me va a mandar a la mierda de veinte formas diferentes...

Y hubiese preferido mil veces que aquello hubiese ocurrido, porque no recibir respuesta por su parte, tan solo alimenta aún más mi paranoia.

¿No me contesta porque está enfadada, o porque algo en realidad está ocurriendo?

No tendría que haberla dejado en casa de Izan. Algo de él lleva muchos días chirriándome, y que encima haya confesado aquello justo hoy, sabiendo que nos iba a enfadar, solo incrementa mi desconfianza hacia él.

Me sobresalto cuando en el silencio de la noche, mi móvil comienza a sonar a todo volumen en mi pantalón. Lo saco lo más rápido que puedo creyendo que por algún casual será Chloe, pero ver que no es ella, sino Laia, no me deja para nada más tranquilo.

—Dime, Laia —contesto.

Ella es clara y concisa con lo que tiene que decir.

—Ven a casa de Izan cuanto antes.

Se me acelera el corazón, porque esas palabras dichas con tanta frialdad y rigidez, no pueden significar nada bueno.

—¿Qué ocurre? ¿Dónde está Chloe?

—Ryan..., ven rápido. —Y cuelga la llamada.

Tiro mi móvil al asiento del copiloto, y arranco el motor. Meto primera y piso el acelerador todo lo fuerte que puedo.

No me ha contestado a la pregunta de Chloe...

Si estuviesen juntas, me lo habría dicho. Sabe que me habría dejado tranquilo al decírmelo, pero como no lo ha hecho, es que algo va mal con ella.

Llego a la casa de Izan en menos de cinco minutos. Aparco en la acera de su casa, llevándome muchas protestas por parte de la gente que se encontraba ahí.

Me bajo del coche haciendo caso omiso a las personas que se quejan y me insultan, y busco a Laia con la mirada desesperadamente.

Aparece por la puerta cuando estoy cruzando el jardín. Me agarra del brazo, y me dirige hacia una esquina donde no hay gente.

—¿Dónde está Chloe? —Eso es lo primero que pregunto, porque es lo que más me importa.

Laia tiene mala cara. Está algo pálida, y cuando habla, le tiembla la voz.

—Ryan, creo que algo está pasando. Izan me ha dicho hace casi una hora que Chloe se ha ido sola a casa, pero no me lo creo, porque Chloe me habría avisado. Le he puesto varios mensajes, pero no me ha contestado a ninguno... Eso no es muy normal.

Opino igual.

—¿Crees que sigue aquí?

—No lo creo, estoy segura. Como también estoy segura de que la está haciendo algo malo en su habitación.

Aquello me deja completamente rígido. Mis músculos se tensan, y trato de procesar con calma las palabras de Laia, para asegurarme de que lo que he escuchado, es cierto.