A fuego lento ©

28 | Ahora o nunca

Chloe
☆
«AHORA O NUNCA»

Me meto en el baño del camerino, porque necesito cinco minutos sola. Podría haberle pedido a Laia que saliera, pero no quería preocuparla más de lo necesario dadas las circunstancias... No quiero que piense que estoy tan mal como para necesitar que todo el mundo me deje espacio de nuevo.

Simplemente, lo que necesito es liberar un poco más mi mente. Sacar de dentro todas las dudas y asegurarme de que soy capaz de hacer una buena actuación, para que el público se lleve un buen recuerdo de nuestro concierto.

Solo así, podremos convencer a aquel productor para que apueste por nosotros, y comenzar una carrera musical con una discográfica... No puedo echar a perder la oportunidad porque, ahora más que nunca, estoy a nada de comenzar a vivir aquel sueño que toda la vida he deseado.

Tengo que conseguirlo, y ya no solo por mí, sino también por mi mejor amiga. Es el sueño de ambas, y no puedo dejarlo escapar por mi culpa.

Suelto aire lentamente tras haber cogido una respiración profunda, y luego me miro en el espejo para analizarme. Me aseguro de que tengo toda la ropa bien colocada, y que el maquillaje sigue intacto.

Ha venido un montón de gente a prepararnos; desde maquilladoras y peluqueros, hasta jodidos estilistas que nos han aconsejado sobre nuestra vestimenta para que estemos radiantes. Creo que nunca he tenido tantas manos encima a la vez. Ha sido un poco estresante, pero también emocionante y, la verdad, es que han hecho un trabajo perfecto.

Tengo el pelo increíblemente bonito. Me han hecho un recogido de la parte delantera en una especie de clean look, y el resto del pelo me lo han dejado suelto en unas hondas abiertas. En la cara me han hecho un maquillaje de revista, pero a la vez, natural. Me han puesto sombras oscuras en los párpados para resaltar el color verde de mis ojos y que así se lleven todo el protagonismo..., aunque he de reconocer, que lo que realmente se roba toda mi atención, son mis labios. Están pintados de un rojo fuego precioso, y a pesar de que no es para nada la primera vez que me los veo pintados de este color, esta vez tienen algo especial, algo que hace que no puedas parar de mirarlos.

De ropa llevo un body color negro con detalles en encaje en la zona del pecho, en la cintura y en las costuras, una minifalda de tablas del mismo color que mis labios, y en los pies llevo unas botas altas negras que acaban casi en la mitad de mis muslos. También llevo medias de rejilla y un montón de accesorios, además de la cazadora de cuero en la que tenemos grabado en la parte trasera el nombre de la banda.

Me siento guapa a pesar de la mierda de día que llevo, y eso me sube un poco la autoestima.

Vuelvo a coger una bocanada de aire antes de salir del camerino, pero para mi sorpresa, Laia ya no está cuando salgo del baño. Supongo que es porque ha tenido que irse con los de la coordinación del concierto a colocarse los in-ear. Creo que yo también debería de ir antes de que me llamen la atención por llegar tarde a... mi propio concierto.

Camino apresurada hacia donde he estado sentada mientras me maquillaban y peinaban, porque ahí es donde he dejado la cazadora apoyada.

La cojo del respaldo, me la pongo, y cuando miro al espejo por última vez, encuentro algo pintado en el cristal que no estaba antes de que me fuera al baño.

Es algo que consigue sacarme una sonrisa.

Algo que me instala miles de mariposas en el estómago.

En el cristal está escrito algo con pintalabios rojo.

AHORA O NUNCA,
FUEGUITO ;)

Miro sobre mi hombro porque lo veo en el reflejo. Ryan está apoyado en el marco de la puerta, con las piernas cruzadas, la chupa de cuero puesta, y la guitarra apoyada en el suelo y sujeta por su mano izquierda.