Cinco

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Salió de la ducha secando su cabello con cuidado sentado en la cama, veía fijamente hacia la caja cerrada todavía en la mesa a un costado de la cama. Mordió su labio suavemente y soltó un suspiro. 

-No seas cobarde Pete, tu mismo te metiste en esto- dejo su toalla húmeda colgada para que se secara durante la noche mientras tomaba la prueba y se dirigía la baño. 

Siguió las instrucciones, no era muy difícil, solo tenia que poner algo de orina en la punta de la prueba y volver a poner la tapa. Lavo sus manos y regreso a la cama, puso el cronometro en su teléfono, según la caja decía diez minutos. Soltó un suspiro pensando en lo que esto representaba, solo había dos opciones en ese resultado, positivo o negativo. 

Negativo, solo estaba paranoico y verdaderamente todo lo que sentía de somnolencia y cansancio era únicamente por el estrés. Si era positivo, entonces, eso era mas complicado. Su relación ya no existía, Kim estaba rehaciendo su vida lejos, sumando el hecho de que en la ultima discusión dejo muy claro su nula intención de tener familia, Pete tenia miedo. No es que entre en pánico, sabe que ser padre soltero es mas común de lo que le justaría admitir, aun así no significa que sea correcto, pero tampoco quería tener problemas ni pasar malos ratos con su ex pareja por esta razón. 

-Veamos- apago su alarma tomando la prueba para revisar el resultado- Si solo marca una es negativa..- leyó una vez mas las instrucciones- Si marca las dos..- dejo la caja y la prueba encima de la misma en el buró- Debo llamarlo.. ¿Cierto?- se dejo caer en la cama. 

Después de unos minutos se puso de pie para desechar eso en la basura y regreso para verse en el espejo un momento. Se veía cansado, con una clara mirada de preocupación hacia si mismo pero al mismo tiempo podía reconocer una pequeña sonrisa formarse. 

-Estaremos bien sin él- llevo una de sus manos a su abdomen- Yo si te quiero en mi vida bebé- aun con el nerviosismo haciendo sudar sus manos apago todo y se fue a dormir. 

Pete sabia que un hijo debía ser esperado con amor y cuando tenias una pareja estable para darle una familia, pero su situación ya no era la misma, aun así, en el fondo no se sentía molesto ni nada por el estilo. Tenia un trabajo estable, ingresos fijos, no millonarios, pero al ser empleo de gobierno tenia muy buenas prestaciones, permisos, aguinaldo y algunos otros bonos. Solo debía hacer mejor sus cuentas, siempre había sido bueno para cuidar su dinero así que encontraría la forma de cubrir todos sus gastos. Este bebito iba a ser recibido con mucho amor, porque para Pete si representaba eso, un pequeño ser que venia en camino y para él si fue creado con amor, al menos de su parte, no podía renegar ni quejarse, si la verdad es que le emocionaba imaginarse con una pancita como el chico del helado. 

Al día siguiente agendo una primer consulta con el doctor especialista para revisar el estado en general de salud y le diera algunas recomendaciones. Termino su horario laboral yendo directo a la clínica para su consulta. 

-Bien.. ¿Vienes tu solo?- pregunto cuando lo vio tomar asiento- ¿Qué edad tienes?- 

-Si, solo soy yo..- respondió nervioso- Mhh.. 24 años- 

-Ah.. bien, lo siento, te ves mucho mas joven, me asuste por un momento pensando que eras un estudiante- le hablo mas relajado comenzando con una serie de preguntas básicas para el expediente medico. 

-¿Que me recomienda hacer?- pregunto buscando una opinión de la experiencia. 

-Depende de ti, la sociedad señala mucho a los padres solteros pero.. si tu quieres traerlo al mundo y sabes que podrás darle una buena vida y amor, no dejes que las opiniones te detengan, esa decisión es tuya solamente- le contesto con una sonrisa. 

-Cierto- asintió sonriendo- Yo lo quiero, me ilusiona- 

-Bien... entonces.. ¿Lo conocemos?- pregunto poniéndose de pie y dándole una señal para seguirlo. 

Second ChancesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora