Noventa

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En el transcurso de la semana Chay ayudó a Macau con los pendientes del casino, pasando la mayor parte del día dentro de la oficina en casa; con su novio saliendo solo para cuestiones especificas qué debía arreglar en persona.

-Toma.. es el último- le entrego un folder a Macau- Ese tipo tiene un capital muy alto con ustedes-

-Si, no se si recuerdes pero..  es un heredero, es un poco mayor que nosotros y no tiene nada mejor que hacer, invirtió su dinero aquí y se la vive de fiesta- dio un vistazo a las hojas y guardo todo en un cajon.

-Como olvidarlo.. si te esforzaste tanto en mantenerlo, ya veo porque tantas atenciones- dijo algo irritado- se la vive todos los días ahí mismo-

-Chay.. solo es un inversionista y ya, lo juro- respondió poniéndose de pie.

-Yo no dije nada.. tu mismo te echas de cabeza- rodó los ojos- Ven, vas a ayudarme a hacer las maletas-

-Solo serán dos días.. no es tan complicado- le dijo pero avanzó siguiéndolo.

-Aun así.. debes ayudarme, el trabajo no se acaba en la oficina, aun te toca ser papá y.. novio- entro a la habitación de ellos primero- hare primero la nuestra, ya que son más cosas y después la de Jao-

-Yo no te soy útil para esto, mejor iré a jugar con él, esta afuera con los demas- dijo intentando regresar a la puerta.

-Ah no.. me vas a ayudar, te guste o no, él no te necesita ahorita, esta muy bien jugando con sus primos- Chay lo jaló del brazo para regresar al closet.

Tardaron un poco en hacer las maletas, principalmente por el argumento de Macau sobre no necesitar todo eso y la defensa de Chay donde proponía todo tipo de escenarios posibles, justificando lo que llevaban dentro de esas maletas.

-Papi..- lo llamo su pequeño cuando lo ayudaba a ponerse su pijama.

-Dime- respondió mientras lo subía a la cama.

-¿En la playa hay patitos?- pregunto.

-No cariño, los patos llegan a los lagos.. en la playa podemos ver.. conchas de mar.. quizás cangrejos..- respondió no muy seguro- pero lo bonito de ahí es ver las olas del mar-

-mhh.. ¿No muerde tiburón?- pregunto siendo arropado por la sabana.

-No cielo, los tiburones están muy adentro del agua, lejos, nosotros estaremos en la orilla- beso su frente- duermete, mañana nos vamos muy temprano-

-Si..- estiró su mano- patito-

Chay le dio su peluche para que lo abrazara y le tarareo una canción mientras daba caricias en su cabello relajandolo, hasta dejarlo dormido. Regreso a su habitación encontrando a Macau ya en pijama y viendo televisión.

-¿Se durmió?- preguntó.

-Si, tenemos suerte de que sea tan tranquilo. No entiendo como Pete no se vuelve loco con Venice, es extremadamente inquieto- suspiro.

-Él sabrá manejarlo.. porque lo obedece muy bien, quien sufre ahi es mi hermano- dijo divertido.

-Tomaré una ducha- avisó y entro al baño con su pijama.

Cuando salió, Macau tenia la televisión apagada pero su teléfono en mano. Chay se sentó en la cama y puso algo de crema corporal en sus brazos y piernas.

-Así que eso es lo que huele a coco- dijo dejando su teléfono a un lado.

-Si- asintió entrando a la cama y apagando la lámpara de noche.

-Chay- lo llamo abrazandolo por la espalda- creo que.. extraño algo- acaricio su pierna mientras besaba su cuello.

-No, mañana debemos levantarnos temprano- intento detenerlo.

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