Treinta y ocho

490 70 10
                                    

-¿Me das tu fruta?- pregunto Porsche en la cafetería de maestros.

-¿Qué?- dijo Pete distraido.

-Tu plato de fruta.. no lo comiste ¿Me lo das?- respondió mirándo con atención- lo que sirven aquí no es suficiente, me quedo con hambre-

-Ahora entiendes porque traía aparte comida de casa- dijo divertido acercándo el plato a su amigo- comes por dos..-

-Si, creo que comienzo a sentir más hambre- suspiro acariciando su abdomen apenas notorio.

-Deberás comer muy bien Porsche, si no, puedes tener problemas de malnutricion o el bebé tener peso bajo cuando nazca- aconsejo comiendo algo de su espagueti.

-¿Qué te pasa a ti?- le pregunto continuando con la fruta.

-¿De qué?- lo miro confundido.

-Mhh.. solo estas comiendo el espagueti, toda la semana has estado asi, únicamente comes algo del menu, dejas lo demas- explico.

-No tengo tanta hambre..- dijo tranquilo bebiendo de su taza- ¿Cambiaron el café? Sabe horrible-

-No- negó con la cabeza- sabe igual para mi- dio un trago a su propia taza.

-Mhh.. creo que me acostumbre a como lo tomo en casa de Vegas- suspiro.

-¿Te gusta mucho vivir con tu novio rico?- pregunto divertido.

-No digas eso, no estoy con él por dinero, incluso trato de llevar una vida ligera como siempre, lo único donde no pongo límites es con la comida, cocinan muchas cosas, es más balanceado para Saint- dio por terminado el desayuno y regresaron con calma a sus clases.

Sonó la campana y dio por terminado su día, le dolía la cabeza, guardo rápidamente todo. Hoy Vegas no estaría para ir a recogerlo, insistió en enviar un auto pero la verdad es que Pete queria caminar un poco, solo le dio el número del chófer para llamarlo cuando quisieran volver a casa.

Salió de la preparatoria para ir caminando a recoger a su pequeño de la guardería, cuando sintió la presencia a un lado.

-Pete..- lo llamo caminando a su costado.

-¿Qué quieres?- pregunto de malas sin mirarlo, la voz y ese olor a colonia costosa era muy facil de detectar.

-¿Vamos por nuestro bebé?- pregunto directo.

-No- se detuvo- No es nuestro, es mio- giro su cabeza para verlo- me mantuve fuera de tu vida ¿Qué quieres?-

-Solo quiero ver a mi hijo un momento.. ¿No puedo?- sonrió un poco.

-No, porque no es tu hijo, es mio y.. él ya tiene un papá- volvió a tomar camino.

-Pete.. ¿Sabes a que se dedica ese tipo?- pregunto siguiéndolo.

-Ayúda con un negocio- respondió simple intentando recordar lo más que pudiera de la información estudiada.

-Seguramente no sabes que tipo de negocio, siempre fuiste algo estúpido- suspiro- No creo que sea un buen ejemplo para ese mocoso-

-¿Y tu eres mejor? Quien me abandono a mi suerte y todavía enviaste gente a amenazarme- dio vuelta en la esquina visualizando la entrada de la guardería.

-Pete por favor- lo tomó de la muñeca- ¿No quieres venir conmigo? Puedo darte una mejor vida qué ese empleado insignificante-

-Dejame- se soltó del agarre, en serio Kim hablaba de más demasiado facil- Tengo una buena familia a su lado-

-Ay... Pete ¿Aun crees que el poder del amor te sacara de pobre?- soltó una risa- Vamos ven conmigo, trae al niño, al menos dejame mostrarte como es vivir conmigo-

Second ChancesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora