Doce

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Otro mes más, si antes Pete pensaba que su pequeño era el mas callado en casa, algo había cambiado en su cabeza las últimas semanas, porque ahora no podía hacerlo dejar de hablar.

-Papi.. ese- señaló un pastel en el estante de una tienda- mio-

-No, Saint, la próxima semana haremos pastel en casa, será tu cumpleaños- jaló con suavidad su mano para seguir caminando.

-Ese.. ah.. ¡papi!- intento deshacer le agarre- para mi-

-Ahora no cariño, compraremos despues- lo cargo para llevárselo aunque el menor ya había empezado a llorar.

-Papi malo.. patel..- se recostó en su hombro con pequeños sollozos.

-Shhh.. te prometo que compraremos después Saint.. por ahora debo buscarte ropa-

-No- negó con la cabeza cuando Pete tomó algunas prendas del lugar- No guta-

-¿Qué no te gusta?- pregunto viendo el conjunto, para él se veía lindo.

-No, no, no- negó varias veces- Ese papi-

-Es exactamente igual.. pero en color rojo ¿Te gusta el color?- pregunto mirando a su pequeño.

-Si- asintió varias veces.

Recorrieron la tienda un poco más, tomando de todo un poco, Pete había estado ahorrando, su hijo de pronto crecía demasiado rápido y era momento de renovar el closet completo.

-Duele..- se quejó moviendo sus pies.

-Esos no entonces.. a ver- tomo otro par de zapatos y los midio- ¿Duelen?- su pequeño negó con la cabeza- Incluso de zapatos ya cambiaste de talla- suspiro.

Compro algunos también y dieron por finalizado su día de compras los artículos de niños si qué eran caros.

Termino de lavar su ropa y preparo la cena, dando por terminado su fin de semana.

-Fresa papi..- señaló el shampoo mientras Pete lo bañaba.

-Si, ese es mio y huele a fresas- respondió terminando de enjuagar su cuerpo- tu hueles..- lo envolvió en una toalla- Naranja-

-Nanaja..- repitio sonriendo.

-Si- lo llevo a la cama para ponerle su pijama y por fin dejarse caer por el sueño.

Tener un hijo era muy cansado, aunque Pete estaba feliz con su pequeño, sin duda era un gasto enorme de energía cuidarlo, jugar con él y seguirle el ritmo, tenia suerte de que Saint era dentro de lo que cabe, un niño tranquilo, hablaba muchas cosas pero realmente podía jugar en calma la mayor parte del tiempo.

El día del cumpleaños llego y fue rápidamente por él a la guardería para llevarlo a comer a un lugar, de esos donde había zona de juegos para niños.

Después de jugar un rato y vigilarlo, le avisaron que su pedido estaba listo. Entre pucheros y berrinches lo tuvo que sacar de la alberca de pelotas para ir a comer a la mesa.

-Pa..- lo llamo- agua- señaló el vaso frente a él.

Lo ayudo a beber con cuidado de no derramar en su ropa mientras lo tenia cargado. Había ordenado unos tender de pollo para el menor y un jugo pero su niño prefería tomar agua la mayor parte del tiempo.

-Ese- señaló la bolsa de papel con papas fritas- ¿Si?- pregunto mirándolo.

-Bien.. toma- acerco una para dársela en la mano.

Terminaron ambos de comer en silencio, con algunas palabras ocasionales sueltas por el pequeño. Tiraron la basura, lo llevo a lavarse las manos y al baño para después salir del lugar.

Second ChancesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora