Second Chances

Sesenta y tres

-¿Como estan?- pregunto Pete cuando vio a Vegas entrando a la habitacion.

-Bien.. venían muy callados en el auto pero todo se ve normal- llego hasta la cama- ¿Como se porta mi niño precioso?- lo quito de los brazos de Pete para cargarlo- Mhh.. bueno ya- lo regreso casi de inmediato.

-Siempre que lo cargas me lo regresas con ese puchero- se quejó Pete moviendolo- tu papá te asusta mi amor.. ¿Si? Es que siempre se ve enojado.. lo se- beso su frente mientras lo abrazaba.

-Venice.. tienes que quererme, soy tu papá- se acerco para dejar un beso en su mejilla.

-Pues no se que le hiciste..-Pete se rió- pero definitivamente algún conflicto hay contigo-

-Llegaste- Saint entro corriendo por la puerta directo hasta Vegas.

-Hey.. ¿Donde estabas?- lo cargo besando su mejilla.

-Jugando con Pol..- señaló la ventana- en el jardín..-

-Espero que te portes bien.. nada de hacerle travesuras ni esconderte- le dijo como advertencia.

-No papá- negó con la cabeza- mira..- saco algo de su bolsillo en el overol- un avioncito-

-Que lindo.. ¿Pol te lo hizo?- pregunto.

-No- negó con la cabeza- llego volando..- lo tomó de abajo y simuló el movimiento- de afuera-

-¿Afuera?- pregunto preocupado bajando al pequeño- ¿Me dejas ver tu avioncito?- pregunto para tomarlo cuando el pequeño se lo dio.

-Pero no lo rompas papá, es bonito- dijo yendo a su esquina con juguetes.

-¿Qué pasa?- pregunto Pete al verlo preocupado.

-Sabes como funciona un avión de papel.. no viajan mucho- se fue a sentar con él en la cama- y nosotros tenemos dos muros distanciados con protección.. antes de llegar a la valla con plantas del jardín- lo miro por un segundo desdoblandolo.

-¿Qué?- Pete lo miro sorprendido- ¿Como pudieron hacer llegar eso?-

Había un mensaje escrito muy claro en el interior del papel, con letras impresas, sin detectar la caligrafía, aunque no era necesario, ellos sabían quien era seguramente.

"No podían esconderlos por siempre, es tan lindo, tiene su hora exacta para jugar afuera todos los días"

-Arriba- susurro Vegas- vigilaron el lugar por aire hasta encontrar la casa-

-¿Qué hacemos?- dijo asustado.

-Nada, tu nada, apenas tienes un mes y medio de recuperación. Solo asegurate de que Saint ya no salga al jardin, hablaré con papá de esto inmediatamente- se puso de pie para salir de la habitación.

-¿A donde va papá?- pregunto el menor subiendo a la cama con un carrito.

-Mhh.. con el abuelo- Pete se le quedo viendo a su hijo- Cariño.. ¿Viste quien arrojó el avión?-

-No..- negó con la cabeza- se cayó cuando Pol buscaba la pelota.. yo lo encontré y lo guarde-

-¿Por que lo guardaste? ¿No se lo enseñaste a él?- acaricio su cabeza.

-No papi..- nego- era bonito, si se lo presto lo va a romper.. Pol rompe muchas cosas- hizo un puchero- y pierde pelota-

-Ah.. ya veo- dijo divertido- pero no te enojes.. son accidentes Saint-

-Si.. es un señor bueno- asintio- ¿Venice esta bien?-

-Si, esta dormido.. ¿Tomamos una siesta con él?- lo acomodo al centro de la cama.

-Mhh.. si- asintio acomodandose en la almohada mientras Pete se quedaba de lado repartiendo caricias en la espalda del pequeño hasta hacerlo dormir en silencio.

-Con cuidado..- Macau ayudaba a su novio a acostarse en la cama.

-Esta listo señor- le dijo una de las empleadas de la cocina- este es el calentador de agua y aquí quedaran los biberones limpios- señaló un cajon- solo hay que poner la cantidad de onzas adecuadas y el agua caliente..-

-Gracias..- asintió dándole una señal de retirarse y tomando al pequeño en brazos- Ven aquí pequeño-

-Creo que ya le toca..- hablo Chay colocando una almohada en su espalda.

-Mhh.. toma, preparare una- dejo al pequeño en sus brazos entre algunos quejidos suaves.

-No, no llores Jao.. papá está haciéndo tu formula- lo movió con suavidad- ¿Cuando entras a clases?-

-En dos semanas- respondió agitando el biberón como le enseñaron en el hospital.

-Ah..- tomó voluntariamente el biberón para alimentar al pequeño.

-Puedo hacerlo yo- Macau hizo un intento de quitarlo.

-No- se negó- dejame.. el doctor dijo que.. lo intentara, quiero hacerlo-

-Esta bien.. pero si no te sientes cómodo dimelo, aquí estoy- se sentó a su lado.

Después de la revisión y la entrevista, Chay no tenia las características de la depresión post parto, sentía algo de culpa y tristeza pero no representaba un riesgo. Según el terapeuta y el medico, debía intentar formar un vinculo con el bebé, si veía que tenia más complicaciones entonces lo verían en sesiones continuas.

-Toma..- Macau saco algunas pastillas y le dio un vaso con agua- analgesico-

-Si.. ya esta doliendo de nuevo- retiro el biberón vacío y tomo el medicamento rápidamente, para después hacer eso de sacar el aire del bebé- Mhh.. es muy bonito- susurro cuando lo movio suavemente buscando dormirlo- ¿Se parece a mi o a ti?-

-No lo se.. creo que sus orejas son como las tuyas.. pero aun debe crecer para encontrar un parecido- se acerco a rodearlo con un brazo- Chay.. te amo mucho.. lo hiciste muy bien, están sanos los dos, en casa-

-Tenia mucho miedo.. te llame y no respondías..- dijo con su mirada fija en como el pequeño cerraba sus ojos- luego me llamaste pero no alcance el telefono.. se me cayó-

-Lo se.. lo siento, debí llegar más temprano- beso su mejilla despacio.

-¿Pero todo salio bien? ¿En el casino?- pregunto levantando la vista.

-Si, todo estuvo bien ese día- asintió sintiéndose peor, aun después de todo, Chay le preguntaba si su trabajo había resultado bien, mientras qué él en ese día quiso divertirse un rato, olvidando la hora.

-Eso es bueno..- sonrió un poco regresando su vista al pequeño- ¿Oíste eso? Papá trabaja muy duro por nosotros..- se acerco con timidez a dejar un beso en su cabeza- es.. extraño..-

-¿Lo cargo yo?- pregunto Macau estirando sus brazos.

-No.. estoy bien, puedo tenerlo un rato mas- respiro profundo-aunque.. tengo sueño- bostezo.

-Tranquilo.. damelo, lo pondremos aqui- lo tomó con cuidado dejándolo en el centro de la cama- y duerme tu también, yo estaré aqui- acaricio su cabello antes de dejar un pequeño beso en sus labios- descansa..-

Macau también se acostó en el otro extremo, se sentía muy cansado, una siesta no sonaba mal, dejo su mano sobre el menor como le comento su hermano, para sentir la respiración del bebé y que este no se asustara si despertaba de repente.