Diez

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-Papá..- escucho la vocesita venir de la mano de una cuidadora.

-Listo mi amor, a casa- extendió sus brazos para cargarlo y salir del lugar.

-Papi..- señaló un anuncio pegado en el parador mientras esperaban el autobus- guau..guau..-

-Perro..- le dijo incitandolo a repetir la palabra.

-Mhh.. no- negó con la cabeza- nato..- señaló el anuncio a un lado.

-Gato- corrigió.

-mube..- señaló arriba- brrr..- hacia la calle- ah.. agua- ahora intento quitar su pequeña mochila.

-Shh.. calma, no te desesperes- saco la pequeña botella con agua para darle un sorbo- mi niño aprende mucho en la guarderia-

-Papi..- lo llamo señalando su camisa- azul- volvió a tapar la botella de agua haciendo presión en el tapón con torpeza hasta cerrarla soltando una risa emocionada por haberlo hecho solo.

-Eres tan precioso- beso sus mejillas muchas veces- te amo mi pequeño Saint-

Regresaron al departamento donde lo dejo jugar con algunos bloques en forma de torre para luego dejarlos caer y volver a hacerlo, mientras él cocinaba para los dos.

Así era su día con día, no podía quejarse, su trabajo seguro, su pequeño y él tenían un techo, comida y salud, además de mucho amor entre ellos. Era todo lo que Pete necesitaba, solo él y su hijo.

Al día siguiente tenían reunion de maestros, donde le llovieron las quejas de Macau nuevamente, esta vez había algo más serio, pues lo encontraron fumando en el patio trasero. Pete soltó un suspiro al salir de esa reunión.

-Macau..- lo llamo antes de salir de la última clase- espera..- avanzó hasta llegar a su asiento- ¿De donde sacaste los cigarrillos?-

-¿Qué le importa?- respondió sin mirarlo.

-Macau.. hablo en serio, pueden expulsarte por eso- se cruzo de brazos.

-¿Y? Que lo hagan.. papá dará dinero y volverán a recibirme, siempre es lo mismo- rodó los ojos.

-También es malo para tu salud.. y piensa en el ejemplo qué estas dando- intentaba mantener una conversación con él.

-Yo no vengo a ser el ejemplo de nadie, mejor váyase.. tiene un hijo de quien hacerse cargo, a mi déjeme en paz- colgó su mochila para salir de la institución.

Pete tomó sus cosas saliendo detrás de él, solo para verlo subir a un auto qué arranco de inmediato alejándose de su vista.

-¿Qué problema tiene ese chico?- suspiro- Tendre qué llamar a su tutor-

Fue a recoger a su pequeño a la guardería para volver a casa continuando con su día.

-Pete..- lo llamo su amigo Porsche un par de días después en el receso- ¿Ya llamaste al tutor de Macau?-

-Lo he intentado pero no responde nadie.. ¿Por que? ¿Ya le hiciste otro reporte?- pregunto cansado.

-No, pero los chicos estaban duchandose después del juego ayer en la tarde- hizo una mueca- Sabes que como entrenador debo estar en el vestidor.. vi varios moretones en sus costados-

-¿Crees que lo golpean?- pregunto en voz baja.

-No lo se, pero eran de diferentes colores, es decir unos más recientes qué otros-

Continuaron con su comida en silencio, Pete lo pensó seriamente, la falta de atención por parte de sus padres, cambio de actitud, vicios, probablemente si era abusado físicamente en casa, todo eso podía cambiar a un chico tan joven.

Second ChancesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora