Treinta y cinco

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-No deberíamos estar aqui- mencionó Porchay- al menos no haciendo esto-

-No exageres, no tiene nada de malo- dio una de sus tarjetas para hacer el pago.

-Podíamos solo ir a mi casa.. o la tuya- dijo mirando alrededor.

-No, porque en la mía hay demasiados empleados y en la tuya esta tu mamá- tomó la tarjeta que le dieron para caminar en dirección al elevador.

-No lo menciones qué me da vergüenza de recordarlo- se quejó.

-Exacto, no quieres que nos encuentre de nuevo en nuestro momento privado- lo abrazo cuando subieron para presionar el botón del quinto piso y besarlo después.

-Macau.. aun no se si quiero hacerlo todo- dijo con nerviosismo cuando se separaron.

-Solo vamos a pasarla bien- bajaron del elevador y abrieron la puerta de la habitación.

Llegaron directo a la cama para seguirse besando. La última vez que tuvieron un encuentro la mamá de Chay había llegado de improvisto, sin preguntar o tocar antes, abrió la puerta encontrandolos aun vestidos pero claramente en una posición muy comprometedora. Terminando en un castigo de algunas semanas, finalmente podían verse de nuevo y la primera opción de Macau fue ir a darse cariños a un hotel, porque extrañaba demasiado esa parte y no lo harían en el auto donde lo vigilaban con facilidad, quería privacidad.

-Ah..- Chay soltó un jadeo cuando sintió la presión en su entrada de un dedo.

-No sabes cuanto extrañe escuchar eso- bajo sus besos al cuello del contrario mientras hacia su trabajo con movimientos ágiles de sus dedos.

Estuvieron un rato más así, hasta que finalmente Macau se acomodo entre sus piernas solo rozando un poco la zona, eso era todo, no debía hacerlo, solo jugar un poco y estarían bien.

-No puedo- se quejó Porchay- no aguanto.. quiero mas- movió sus caderas con más fuerza.

-Dijiste que no..- hacia su mejor esfuerzo por mantener la compostura.

-No me importa lo que dije, te quiero ahi de nuevo- acerco su rostro para besarlo lentamente, jugando con sus lenguas y sintiendo el rastro de saliva.

-Que caliente estuvo eso- se separo un poco para tomar su pantalón- lo tengo controlado- saco el sobre metálico y se lo mostró a su novio.

-Yo también.. llevo uno todo el tiempo- dijo agitado.

-Así que ya lo estabas considerando..- dijo divertido mientras se ponia el preservativo- Ven aqui- separo más sus piernas para volver a su posición.

-Hazlo- gimio apretando las sábanas mientras sentía la punta dar círculos en su entrada.

Macau lo beso una vez más, lento, húmedo, jugando de nuevo con su lengua mientras entraba despacio.

Estuvieron a ritmo lento unos minutos hasta que la excitacion pudo más saliendose de control, aumentando los movimientos. Sus jadeos y respiraciones cortadas era lo único que escuchaban del otro.

Terminaron un poco después, con Macau en un gruñido y Chay soltando un gemido tan sexy qué honestamente Macau podía jurar qué se puso duro otra vez solo por eso.

-Fue mucho mejor.. en una cama qué en un baño- dijo Chay aun agitado.

-Lo se.. y estando sobrios- Macau se puso de pie para deshacerse del condon usado y volver a la cama.

-¿Me traerás a un hotel siempre?- pregunto en voz baja.

-No.. creo que es tiempo de aprovechar mi autoridad en casa- respondió pensativo- No pierdo nada con intentarlo-

Second ChancesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora