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Odio correr, odio sudar.

Y a mala hora se me ocurrió que ser novia de un Coronel del ejército sería tranquilo en ese ámbito.

Nos habíamos despertado temprano a correr, los primeros diez minutos todo bien, luego veinte minutos son cansados.... cuarenta minutos después es una tortura.

Christopher parece de lo más normal, yo obviamente parezco todo menos normal.

Ni si quiera había salido el sol por completo, no habían personas por el parque y eso lo agradezco.

—¿Cuanto falta? —pregunté fatigada.

—Quince minutos más.

—Creo que voy a morirme...

—No seas exagerada. —rió.

Me detuve un momento para respirar.

—Mi amor, yo intento seguirte el paso, pero tenme piedad. —tomé mucho aire— Creo que moriré.

Se toma muy enserio lo de ponerme a hacer ejercicio.

—Una vuelta más. —ordenó. Lo miré mal. 

Respiré profundo pero continué junto a él, bajó sólo un poco la intensidad pero aún así no me tuvo piedad, no hasta que terminamos esa última vuelta al parque.

—Iré hoy a la agencia. —comenté luego de haber calmado mi corazón— Renunciaré...

O eso creo... No lo sé aún, todo es muy complicado en ese lugar. Más si Nanci no está para gritarme. Me siento perdida.

—Bien.

—Y no irás conmigo. —me miró serio— Christopher, son cosas de mi trabajo, puedo manejarlo.

Más o menos.

—Y te recuerdo que tienes una reunión importante, no puedes faltar a ella.

Y era a la misma hora en la que yo debo ir a la agencia.

Gruñó al saber que a esta reunión no podía faltar. Tomé su mano entrelazando nuestros dedos para irnos a casa. Al llegar me separé de él para irme a bañar sola, si lo hacíamos juntos ninguno llegaría a tiempo. No tarde mas de quince minutos en ducharme.

Me vestí con la ropa que normalmente iba a la agencia. Christopher ya traía su uniforme puesto para cuando salí del armario para tomar mi bolso.

—Te veré en la tarde, amor. —me puse de puntillas para besarlo.

—Quiero que me llames cuando salgas de ahí.

—Lo haré, no te preocupes.

Sé que como quiera me tendrá vigilada.

Lo volví a besar despidiéndome de él, le dije adiós a Zeus antes de salir de casa. Conduje hasta la agencia, estaba nerviosa. Me quedé en el auto por unos minutos.

No puedo hacer esto... siento que no acabará como lo espero...

Respiré profundo y conté hasta diez para tranquilizarme.

Bajé y abrí las puertas de cristal del edificio. Subí por el ascensor hasta llegar al piso en donde estaba la oficina de Nanci, con ella quería hablar primero.

Me dirigí hasta su puerta, pero antes de tocar para entrar, su asistente me detuvo.

Ya comenzamos mal...

—Hasta que al fin te apareces. —dijo molesta— Te he marcado durante días, ¿se puede saber por qué no contestas el celular?

—Lo siento, lo mantuve apagado estos días... —murmuré— Debo hablar con Nanci.

N O S O T R O S |Fanfic Pecados Placenteros| Donde viven las historias. Descúbrelo ahora