Extra 3

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Christopher

Veo la hora una y otra vez en el celular mientras la reunión pasa. Patrick es quien se encarga de hablar luego de yo haberlo hecho hace un rato. Ya he estado en demasiadas reuniones estas semanas, por más que las evite siempre termino en ellas.

El celular suena cuando Patrick habla sobre algo de la central de Moscú.

Recce

Me levanto de la silla ignorando a todos, contesto la llamada estando fuera de la sala de reuniones.

—¿Qué?

Deja todo y ven al hospital. —me tenso— Tuvimos que traer a Davina. 

Joder, no.

—Christopher, ¿qué te pasa? —Patrick sale detrás de mi.

No contesto, me apresuro a salir de la central, subir a mi auto y conducir hacia el hospital en donde se encuentra mi esposa. Es la peor media hora por no saber lo que está pasando.

Davina tiene siete meses de embarazo, y desde hace tres meses su doctora le ordenó hacer el mínimo esfuerzo. La bebé es demasiado pequeña para las semanas que tiene, y el riesgo de un aborto estaba presente. Añadiendo al problema, mi mujer ha sufrido desmayos y mareos durante semanas, ya cuatro veces su doctora ha tenido que ir a la casa para revisarla.

Esa niña no ha nacido y ya me provoca dolores de cabeza.

Llego al hospital, subo al piso en donde sé que la tienen encontrándome con Recce en el pasillo recargado de la pared.

—¿Dónde está? ¿¡Qué demonios pasó!?

—No lo sabemos, justo íbamos llegando cuando pasó todo. —Recce suspira— Estaba sangrando, la trajimos lo más rápido que pudimos. Ahora la están atendiendo.

Paso mis manos por mi cara.

No debí dejarla sola en la mañana, aunque se vea bastante bien debí cancelar la reunión otra vez.

Casi una hora después, cuando ya el desespero se apodera de mi al no saber nada de mi esposa, su doctora sale de donde se supone que la tienen.

—Señor Morgan.

—¿Cómo está mi mujer y mi hija?

—Pudimos estabilizarla, pero lo más seguro tanto para ella como para la bebé será hacer una cesárea.

—Más vale que ambas estén bien, o dejaré en cenizas a este hospital. —advierto.

Recce toma mi hombro.

—Ambas van a estar bien.

No sé cuantas horas pasan, me mantengo de pie en el pasillo, caminando de lado a lado o recostando de la pared. Recce no se va ni porque lo obligue, Patrick llega dos horas después y se queda junto al otro.

Cassian llama tres veces para saber sobre su madre, Fabiola está con ellos en casa cuidándolos. A penas y puedo decirle algo para que no haga algo estúpido y termine viniendo, es un maldito terco.

—¿Cómo se va a llamar? —miro a Patrick cuando habla— Mi ahijada debe tener un hermoso nombre, la primera Morgan en la familia.

Davina tenía una lista de nombres desde antes de que supiera que estaba embarazada otra vez. Siempre con la esperanza de tener una niña.

Alahya. Dafne. Cassey. Audrey. Aitana. Dariane. Y no sé cuantos más. Jamás se terminó de decidir por cuál escogería para ella.

A mi sólo me gustaba uno para ella.

N O S O T R O S |Fanfic Pecados Placenteros| Donde viven las historias. Descúbrelo ahora