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Dentro de mi armario terminaba de arreglarme para salir. Christopher estaba detrás de mí, recostado del marco de la puerta observándome mientras le hablaba sobre la cita con la obstetra de esta tarde.

—Es a las dos, ¿podrías estar ahí unos quince minutos antes?

—Tengo una reunión, pero estaré ahí antes de las dos.

Más le valía.

Nuestro bebé tenía cinco meses, mi vientre no crecía tanto y eso es un alivio, ya que nadie aparte de mi mejor amiga de Recce saben sobre el bebé. No uso ropa ajustada, pero tampoco debo usar ropa holgada, así tampoco se sospecha nada cuando los fotógrafos que hostigan cada vez que salgo a la calle saquen las fotos y publiquen cuanto chisme se inventan.

La semana pasada inventaron que me había divorciado sólo porque no traía el anillo, y es que había salido a comer con Fabiola, me lo había quitado unos minutos antes para lavarme las manos y lo guardé en mi bolso. En ese mismo lugar de chismes dijeron que había una infidelidad de por medio, o que se rumoreaba que habíamos tenido una fuerte discusión.

Mis redes sociales estaban llenos de mensajes de personas preguntando si era cierto, en las fotos que subí de la última colección que modelé también llenaron los comentarios haciendo las mismas preguntas. Lo único que subí a mis redes fue un: Ni hubo infidelidad, ni hubo discusión, ni me estoy separando. Sólo soy alguien que prefiere guardar el anillo mientras se lava las manos antes de perderlo.

Intento siempre no hablar de mi vida privada ni dar explicaciones sobre lo que hago por internet, ya que eso puede causar más chismes que conclusiones, pero luego de tanto mensaje no pude evitarlo. Como quiera no sé qué pasó luego de que publiqué eso, ya que no he entrado a ver ni me he enfocado en nada que no sea mi bebé.

Luego de pensarlo mucho, colocando los pros y contras en una tabla que improvisé en mi libreta, la idea de irme de la agencia y alejarme por un tiempo del mundo del modelaje va a pasar. Ya lo había hablado con mi jefa y mi contrato ya está cancelado. Los meses ahí estuvieron muy bien, fueron mucho mejores que los cinco años en la otra. No es un adiós definitivo, sólo que quiero disfrutar de mi embarazo y de por lo menos el primer año de mi bebé  sin tener que preocuparme por una sección de fotos o que debo salir para un desfile.

A de más, eso me dará tiempo para hacer lo que he querido hacer desde hace un tiempo. Dedicarme a hacer mi propia marca de maquillaje. Un proyecto a futuro que he tenido pendiente y he dejado que pase el tiempo.

Aprovecharé que no estaré haciendo nada durante meses, y me encontraré varias veces sola. Christopher durante estas semanas a estado poco en casa, ya sea por misiones o viajes, me la he pasado sola o siendo acompañado con Fabiola, pero me entretengo organizando todo para poder decorar la habitación del bebé.

Hoy nos dirán el sexo, estoy tan emocionada. Ya quiero pintar su habitación, organizar su ropita... Eso es lo que haré hoy. Iré al centro comercial para comprar cosas para su habitación, por lo menos cosas básicas. Hubiera deseado que mi esposo me acompañara, pero él sí tiene trabajo.

Termino de maquillarme y me quito el albornoz de seda color rosa que traía. Tomo un sostén de la gaveta para colocármelo, intento abrocharlo pero se me es difícil hacerlo.

—¿Puedes ayudarme? —pido mirando a Christopher por el espejo.

Hace lo que le pido, pero cuando lo está ajustando me quejo y le digo que no lo abroche. Me aprieta mucho.

—Debo ir a comprarme ropa. —murmuro— Los pantalones no me quedan, las faldas tampoco, y ahora los sostenes tampoco lo hacen.

—Pues no los uses. —sus manos acarician mi cintura, subiendo por mis costillas hasta llegar a mis pechos, los toma y aprieta causando un quejido de mi parte, eso mientras besaba mi cuello— Usa sólo vestidos sin nada.

N O S O T R O S |Fanfic Pecados Placenteros| Donde viven las historias. Descúbrelo ahora