15

5K 409 43
                                    

Fabiola

Esto no me gustaba, no me gustaba para nada.

Desde que la conozco Davina siempre ha sido insegura, todo por culpa de su madre, pero no creí que llegaría a este extremo de hacerse una cirugía. No la veía capaz de hacerlo. A veces está bien, otra veces parece que se odia verse al espejo. La he intentado ayudar, pero nada de lo que le digo funciona.

No lo hace cuando en cada revista, noticia o algo de chismes aparece su nombre, sólo es para hablar sobre su peso, sobre su cuerpo.

Nanci la ponía peor, pero Davina niña ha sido una persona que diga que no. Por cosas que me ha contado, su madre siempre la golpeaba o castigaba cuando se negaba a algo que ella le ordenaba, supongo que eso tiene que ver conque ahora sea así.

Me preocupa las cosas que le pueden obligar a hacer por eso, esta cirugía es la prueba.

Una enfermera llegó y la revisó, diciendo que llamaría al doctor para que la llevaran al cuarto de operaciones. Yo salí de la habitación mordiéndome las uñas por lo asustada que estaba.

—No puedo creer que la hayan obligado a esto. —dije al ver a Leslie, la que era asistente de Nanci— En serio son unos malditos.

—Davina firmó un contrato. —me miró seria— Todo lo que se le diga lo tiene que hacer, por su bien, y sobretodo por el de la agencia.

—¿Pero qué cosa buena le va a traer esto? Davina es de las mejores modelos y lo sabes, es casi la definición de la modelo perfecta. —me crucé de brazos— ¿Cuál es la razón para que se opere?

—Ya te lo dije, debe verse mejor para el próximo desfile.

—Pues me imagino que Madeline también se hará esta cirugía, ¿no? —levante una ceja— La chica consentida de la agencia tiene las mismas medidas que Davina, creo que incluso le pasa un poco en peso y nadie le ha dicho nada.

—Eso ya no es problema mío, Madeline tiene su agente y ella verá que hace con ella. —se dio la vuelta diciendo que iría por un café.

Negué enojada. Tengo varias teorías, no me sorprendería para nada que sólo hagan esto para joder a Davina y hacer que Madeline vuelva a hacer la número uno. Cuando Davina llegó a la agencia hace años desplazó a Madeline por completo.

Pero Davina es muy inocente como para darse cuenta de eso.

Me iba a sentar en las sillas frente a la habitación de mi amiga, pero varios hombres uniformados y con cara de asesinos que entraron corriendo al piso me hicieron fruncir el ceño, más cuando escuché que preguntaban por Davina.

Un enfermero les dijo en donde estaba ella de lo más normal. Me coloqué frente a la puerta cuando intentaron entrar.

—¿Quiénes son? ¿Que quieren con Davina? —me pegué a la puerta— Sé defensa personal, los noquearé si se atreven a hacerle algo.

—¿Es usted amiga de la señora?

—Eh... ¿sí?

—Trabajamos para ella y para el señor Morgan. —habló uno— Tenemos órdenes para sacarla de aquí.

Los miré con desconfianza.

—¿Y cómo voy a estar segura de esto?

—Señorita, o nos ayuda a sacar a la señora de aquí, o la sacamos del medio a la fuerza. No vamos a perder el tiempo. —uno me miró enojado— El señor Morgan ordenó sacarla de aquí y eso haremos.

No estaba segura, pero con tal de que la sacaran de aquí antes de que le hicieran la cirugía todo bien.

—Yo... la voy a cambiar. —abrí la puerta— No se atrevan entrar.

Entré a la habitación y busqué su bolso. La moví un poco, pero no despertó, la anestesia había hecho el  efecto para que no despertara en un buen rato. Tomé un vestido suelto, con cuidado y un poco de miedo le quité los cables que llevaba y se lo coloqué. Luego volví a abrir la puerta.

Los hombres no esperaron, entraron y uno con cuidado la tomó.

—¿No son secuestradores, verdad?

Otro rodó los ojos negando.

Eran serios, de acuerdo.

—¿Pero que están haciendo? —el doctor entró con otras personas— Dejen a la paciente en donde estaba o llamaré a la policía.

—Hágalo. —le pasaron por el lado.

Leslie llegó corriendo hasta donde mí.

—¿Qué ocurre? ¡Davina debe hacerse esa cirugía!

—Ella no se hará nada. —la detuve.

—¡Voy a hacer que las demanden, Fabiola! —gritó.

—Ay, ya. —me alejé de ella— Muérete, Leslie.

Me quedé con Davina en todo momento, no quería que le hicieran nada. Subí con ella a unas camionetas, mientras que conducían escuché cómo hablaban con alguien, creo que con el novio de Davina. Le decían que iba hacia su casa.

Era la primera vez que entraba a la casa de Davina, y me quedé boquiabierta cuando la vi. Era muy lujoso todo.

La subieron a su habitación y yo la acompañé, la dejaron sobre la cama.

—Si se le ofrece algo me lo puede decir, señorita. —una mujer sonrió.

—Sí, gracias. —ella se retiró, miré a mi amiga— Probablemente te enojes cuando despiertes, pero espero que entiendas que lo mejor es que no te hicieran nada, Davi.

•<~~~>•

• Se viene una discusión...

N O S O T R O S |Fanfic Pecados Placenteros| Donde viven las historias. Descúbrelo ahora