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[Arreglado]

Christopher

Ella era perfecta.

Davina era una maldita diosa, no había forma alguna de que ella se viera mal. Podía ponerse lo que sea y se vería siempre igual de hermosa.

Pero sin duda se ve mejor desnuda, y más cuando lo está sobre mí, saltando sobre mi polla, gimiendo y gritando mi nombre. Sus caderas se movían de arriaba a abajo y en círculos, apoyaba sus manos de mi pecho clavando sus uñas en él, mientras que yo pasaba mis manos por sus muslos, subiendo hasta sus tetas.

—Chris... —volvió a gemir echando la cabeza hacia atrás— Amor...

Tomé sus cadera con fuerza cuando bajó él ritmo de sus movimientos, sentía sus paredes contraerse y sus piernas temblar. Hice que se inclinara hacia a mí colocando mis manos en su espalda, di media vuelta dejándola debajo de mí.

—Quiero más... Más fuerte...

Sonreí dándole lo que pedía, tomando sus caderas para embestirla más profundo. Y pensar que cuando la conocí era tan inocente, sólo tenía que estar frente a ella para que se sonrojara y se pusiera nerviosa.

Clavaba sus uñas en mi espada, sus piernas rodeaban mi cintura. Deslicé una mano por una de sus piernas, subiendo por sus costillas hasta llegar a uno de sus pechos, tomándolo y apretándolo antes de llevármelo a la boca. La besé cuando sentí que ya estaba a nada de correrse.

—Christopher, por Dios...

—Dilo. —gruñí embistiéndola más fuerte— Di que me amas, Davina.

—¡Te amo! —gimió arqueando la espalda— Te amo demasiado...

Sus piernas me apretaron más contra ella mientras su cuerpo temblaba bajo el mío, unas cuantas lágrimas bajaron por sus mejillas cuando su orgasmo llegó. La embestí y la besé sin detenerme, hasta que me corrí dentro se ella unos momentos después.

Pasé mis manos por su rostro apartando los cabellos que le cubrían los ojos. Sus mejillas estaban sonrojadas al igual que su pecho.

Cada vez que la veo así sólo puedo recordar que eso sólo mía. Que fui y soy el único que la ha tenido y eso jamás cambiará. Davina siempre será sólo mía, mataría a cualquier que se le ocurriera ponerle un dedo encima.

Salí de ella recostarme a su lado, atrayéndola a mí.

—Mi amor... —murmuró cuando tomé su pierna derecha y comencé a acariciar su muslo interno— Estoy cansada, mucho, no hemos parado en horas.

Se acomodó sobre mi pecho pasando la pierna que acariciaba sobre mi cuerpo. Acaricié su espalda sintiendo como se iba quedando dormida, le seguí unos minutos después de ella.

Cuando volví a abrir los ojos estaba amaneciendo, lo que me despertó fue el sonido de mi celular. Lo tomé molesto, había dicho que no quería que me molestaran. La llamada se cortó antes de que pudiera contestar, pero ya tenía otras llamadas perdidas de Alex, Regina, Gema y Reece. Una llamada entrante de Patrick iluminó la pantalla.

Me levanté de la cama tomando un pantalón de pijama y salí al balcón para no despertar a Davina.

—¿Qué quieres? Te dije que no me llamaras a menos que...

Que fuera urgente. —interrumpió— Y créeme que lo es.

Comenzó a explicarme lo que sucedía, con cada palabra que decía mis puños se iban apretando más y más.

Las malditas fotos habían salido a la luz hace varias horas ya, no sé cómo diablos Patrick las vio, pero se encargó de llamarme para avisarme, diciendo que ya se estaba encargando de borrarlas.

N O S O T R O S |Fanfic Pecados Placenteros| Donde viven las historias. Descúbrelo ahora