Extra 5

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Dorian (19 años)

Subo hacia la cocina para buscar agua luego de pasar toda la mañana en el gimnasio. Miro raro a la empleada cuando la veo preparar una sopa como si no fueran las doce del medio día y el calor estuviera insoportable.

—¿Para quien es eso? —agarro la botella de agua del refrigerador.

—Para su madre, joven.

Frunzo el ceño decidiendo ir hacia la habitación de mi madre. Mientras subo las escaleras puedo escuchar la voz de mis hermanos. Los chismosos están asomados por la puerta.

Quito a las gemelas del camino causando que se quejen como si me importara, a Rhett también lo hecho a un lado, ¿para que se colocan en la puerta a estorbar?

Cassian está a un lado de la cama cruzado de brazos. ¿Este que hace aquí? Ya no vive aquí desde hace dos años.

—Mamá. —me acerco a ella— ¿Te sientes bien?

Se ve un poco pálida y le costaba abrir los ojos un poco, pero aún si se esfuerza en sonreír.

—Estoy bien, es sólo un resfriado. —toma la mano de Christopher que está más pegado a ella— Vete tranquilo amor, que yo me siento bien.

Pues no se ve muy bien que digamos, se ve muy enferma y acabada para ser un simple resfriado.

Christopher ve la hora en su reloj, lo echo a un lado para estar cerca de mamá y sentarme a su lado.

—Ustedes deben ir a la central. —señala a su marido y a su hijo mayor— Esos tres de allá deben ir a la academia. —me mira— Y tú...

—Yo me quedo contigo. —interrumpo antes de que continúe hablando.

No tengo nada que hacer hoy, y si lo tuviera como quiera me quedaría con ella.

—Volveré a las doce. —dice el señor que por cosas biológicas es mi padre.

Hago una mueca cuando se agacha a besar a mi madre y ruedo los ojos por la estúpida y burlona sonrisa que trae Cassian hacia mi.

—No te preocupes por mi, estoy bien.

—Te veremos más tarde, mamá. —Cassian besa su mejilla— Te amo.

—Yo a ti mi vida. —acaricia su mejilla.

Ruedo los ojos apartándolo para poder sentarme al lado de mi madre. Ella suelta un suspiro tomando mi mano y dándome una mirada que dice que me quede quieto.

Los demás mocosos se acercan para despedirse de mamá y luego se van.

Mamá me mira un poco seria.

—Te he dicho que no me gusta que hagas eso.

—¿Hacer qué? No he hecho nada.

—Comportarte como un tonto con tus hermanos y tu padre. —reprocha— Ellos también son mis hijos, y mi esposo.

Pongo mala cara. Esos que se acaban de ir siempre quieren estar encima de ella como garrapatas. No la dejan sola nunca, pero cuando yo hago lo mismo le causa problema al parecer.

—Eso se podría arreglar si te divorcias, le dejas la custodia de los mocosos a Christopher y nosotros nos vamos. —sugiero.

Ella suelta una risa mientras niega.

—Ay mi amor... Deja de ser así. —coloca su cabeza sobre mi hombro— Recuerdo que hasta hace unos años no te separabas de tu padre.

Momentos oscuros de mi vida.

N O S O T R O S |Fanfic Pecados Placenteros| Donde viven las historias. Descúbrelo ahora