037: SAN VALENTÍN

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San Valentín había llegado y con eso las cartas y cajas de chocolate eran entregadas a los alumnos, algunos búhos y lechuzas volaban por el Gran Comedor dejando paquetes a sus dueños.

En la mesa de Gryffindor había un pequeño bulto de cartas y alguno que otro chocolate o caramelos que habían sido entregados a los Merodeadores, a pesar de que dos de ellos ya estaban en una relación, eso no les impidió recibir algunos regalos en ese día.

—¿Cuánto recibieron hoy? —pregunto Alnitak sentándose a un lado de Remus y dejando un beso en sus labios y frente a Sirius. Lily y Marlene también se sentaron junto con ellos y dejando sus propios regalos.

—Creo que un poco más que el año pasado —respondió Sirius dejando la carta que estaba leyendo—. Al parecer es cierto eso de que, si estás en una relación, todos voltean a verte.

—A ti ya te volteaban a ver —añadió Marlene adueñándose del platón de fresas y viendo hacía la mesa de Ravenclaw, donde Dorcas estaba recibiendo una carta de un Hufflepuff que parecía más tímido, incluso, que Peter.

—Sí, pero ahora es más. A veces me dan miedo —el ojigris murmuro haciendo una mueca al leer la siguiente carta.

—Dímelo a mí —habló Remus—, me mandaron más chocolates que cartas.

—Ni se te ocurra comértelos antes de revisarlos bien —dijo la pelirroja Black, negando ligeramente con la cabeza y haciendo reír al castaño a su lado—, no quiero ir a Azkaban tan joven.

—¿Y qué hay de ti, Peter? —preguntó Lily, notando que estaba ligeramente sonrojado.

—También he recibido algunas, pero solo una me importa —dijo levantando la que tenía en la mano. Sirius, que estaba sentado a su lado, pasó uno de sus brazos por sus hombros, queriendo leer la carta, pero Peter la apartó, a lo que Sirius solo sonrió.

—Dime que cuando regreses de esta salida ya será tu novia.

—No lo se...

—Oh, por favor, Pet, no desaproveches la oportunidad.

—Canuto, deja de molestarlo —protesto James, aunque sonreía de manera divertida.

—Oh, por Merlín, San Potter ha llegado a acompañarnos en este desayuno —exclamó Sirius de manera dramática, haciendo reír a los demás, aunque Lily solo cabeceó divertida—. Como sea, pero lo que pase, quiero saberlo, Colagusano —miró a su pelirroja y al castaño— ¿Nos vamos? Estos días se llena más rápido las Tres Escobas.

—Tienes razón, vamos —habló Alnitak, tomando una fresa y poniéndose de pie, Remus y Sirius hicieron lo mismo y la siguieron hacía la salida, dejando a los demás aun sentados, viendo como Alnitak entrelazaba su mano con la de Remus y Sirius pasaba un brazo los hombros de la chica. Todos aun seguían viéndolos y murmurando, pero aquel trio no escuchaba.

𝘼𝙡𝙣𝙞𝙩𝙖𝙠 𝘽𝙡𝙖𝙘𝙠// É𝙥𝙤𝙘𝙖 𝙈𝙚𝙧𝙤𝙙𝙚𝙖𝙙𝙤𝙧𝙖Donde viven las historias. Descúbrelo ahora