014: YA TOMÉ MI DECISIÓN

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-Sirius-


Una semana de que regresamos a Hogwarts y en esa semana he intentado hablar con Regulus, quiero tratar de convencerlo de que deje esa maldita casa y no cometa una locura. Aquella noche no me quiso escuchar, pero ahora, aquí en el castillo, si o si lo va hacer, pero el problema es que se escurre como una jodida serpiente y por mucho que tenga el mapa, no consigo encontrarlo.

Eso y también el hecho de los trabajos y tareas que dejan por los TIMOS me tienen ocupados. Bien que Mcgonagall nos lo dijo antes de salir de vacaciones, que regresando se venía más pesado. No quiero ni imaginarme como nos irá en los EXTASIS, de pensarlo me duele la cabeza.

Esta tarde, después de pasar el rato con la prefecta de Ravenclaw en los baños de los prefectos del cuarto piso y que sin duda me ayudó con el estrés que comenzaba a sentir, decidí dar una vuelta, aprovechando lo tranquilo que esta el castillo, la mayoría están en clases, pero nosotros tuvimos hora libre.

Llego a la entrada de un pasadizo y entro, saliendo del otro lado, creo que estoy en el tercer piso, no importa, que mas da.

Dejo que los pies me lleven mientras pienso en lo que pasó y lo que pasara. Son muchas cosas que mantienen un tato ruidosa mi mente.

Al dar vuelta en el siguiente pasillo, me detengo al ver a Alnitak y Regulus hablando en voz baja y muy cercas y ni con la ayuda de Canuto puedo escuchar lo que dicen, solo veo a la pelirroja mover sus manos mientras habla y a mi hermano, recargado en la pared, con esa expresión tranquila y escuchando atento lo que nuestra prima está diciendo. Niega con la cabeza y sus labios se mueven en respuesta a lo que sea que estén hablando.

En cierto momento, Alni acorta la poca distancia que hay entre ambos y lo jala hacia ella, abrazándolo. Puedo ver a Regulus dudar en sí debería abrazarla de regreso o no, y sólo la aparta con delicadeza, le dice algo y la pelirroja asiente con la cabeza, deja un beso en su mejilla y se marcha, dejando a Regulus, que se vuelve a apoyar en la pared, hecha la cabeza hacia atrás con los ojos cerrados.

Por un momento quise irme, pero cuando me doy cuenta, ya estoy caminando hacia donde está y llego antes de que se vaya.

—Contigo quiero hablar —digo parándome frente a él, que abre los ojos y me mira sin querer cambiar de posición y expresión.

—No hay nada de que hablar entre tú y yo, Sirius —contesta con voz fría y trata de irse por donde se fue Alnitak.

—Regulus, por favor —lo detengo agarrándolo de la muñeca—, salte de esa casa.

—¿Y a donde me voy? —pregunta viéndome a los ojos, su voz suena un poco molesta— No tengo amigos que me ayuden como tu los tienes, todos los que tengo son iguales a nuestra familia y lo sabes. No dudaría en decirle a nuestros padres que estoy con ellos.

𝘼𝙡𝙣𝙞𝙩𝙖𝙠 𝘽𝙡𝙖𝙘𝙠// É𝙥𝙤𝙘𝙖 𝙈𝙚𝙧𝙤𝙙𝙚𝙖𝙙𝙤𝙧𝙖Donde viven las historias. Descúbrelo ahora