A pesar de llevar el mismo apellido, no era para nada parecida a su familia.
Alnitak Black conocerá a esa parte de la familia, que despreciaron a su abuelo por nacer diferente, cuando ella entre a Hogwarts, pero no todos ellos son despreciables, en...
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-Alnitak-
Salgo del baño después de darme una ducha rápida. Apenas desperté y me di cuenta de que seguía en la habitación de Sirius, y peor aun, acostada sobre su pecho, con uno de sus brazos abrazándome por la cintura, me levante con cuidado de no despertarlo, más que nada porque se veía tan tranquilo durmiendo y sabiendo lo que pasó en su casa y sabía que necesitaba descansar. Al salir de su habitación, tuve suerte de que nadie estuviera despierto ya, aunque no tiene nada de malo que me vean.
Mientras me visto, recuerdo la manera en la que lloró Sirius, en estos años que llevo de conocerlo, nunca lo vi ni siquiera derramar una sola lagrima, y el que llorara con tanto sentimiento anoche me hizo darme una idea del infierno que debió haber vivido en esa casa y con esa familia. Solo espero que Regulus recapacite y también se libere de esa familia a tiempo, no me molestaría para nada aceptarlo en mi casa y se que a mis padres y abuelos tampoco.
Abajo escucho ruido y me apresuro, debo suponer que es mi tía que ya esta preparando el desayuno. Las puertas de los dormitorios de James y Sirius aun están cerradas y no se escucha el más mínimo ruido más que los ligeros ronquidos de James, por lo que deben seguir durmiendo. Bajo las escaleras y voy directamente a la cocina, y sí, mi tía ya esta frente a la cocina, algunas cosas se mueven mágicamente mientras ella hace otras.
—Buenos días —saludo de manera neutra, no me siento con ánimos suficientes aun.
—Hola, linda, creí que seguirías dormida —dice metiendo una tarta al horno. Me gusta que sepa hacer comida y postres al estilo muggle.
—A penas y pude dormir, tía. ¿Le ayudo en algo?
—No, cariño, tengo todo resuelto —señala las cosas que se mueven solas—. Por cierto, tu abuela mando una carta hace rato.
Me dice enseñándome el pedazo de pergamino que saca de una de las bolsas de su mandil, me lo da y yo leo rápido lo que tiene escrito, esperando que sean buenas noticias y no malas:
Ya Altair y Lara despertaron, al igual que los demás, los curanderos nos dicen que aun necesitan quedarse en el hospital por un par de días más para estarlos revisando por si algo se complica. Alnitak, cariño, podrás venir, pero hasta la tarde, Alphard se ofreció a ir por ti, así que espéralo y no se te ocurra venir antes. Por favor, tengan cuidado al salir, no se confíen, no quiero ver a alguno de ustedes aquí también.
Cristina.
Siento como el alma me regresa al alma. Mi abuela, por dura que sea la verdad, siempre la dirá, y que me diga que mis padres están mejor, ya despertaron, me animan tanto que rodeo la barra y abrazo con alegría a mi tía, quien también me regresa el abrazo.
