A pesar de llevar el mismo apellido, no era para nada parecida a su familia.
Alnitak Black conocerá a esa parte de la familia, que despreciaron a su abuelo por nacer diferente, cuando ella entre a Hogwarts, pero no todos ellos son despreciables, en...
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-Sirius-
Si creía que, con el simple hecho de tener a Alnitak para mí solo una vez, sería suficiente, realmente estaba equivocado.
Desde la primera vez que la bese supe que sería adictiva, quizás por eso Snow no quería dejarla, porque de verdad que esa pelirroja te atrapa y no se si quiero soltarla.
Ese día que la traje a mi departamento y cuando terminamos, solo quería que los chicos no llegarán para volverla a tener en mi cama y pasar todo el día con ella. Y algo me decía que ella lo quería también, porque las miradas que me daba no eran "normales".
Así como las miradas rápidas que me está dando ahora, que estamos en su casa, preparando todo para la cena de año nuevo. Los Potter también están aquí, así como Andy y su familia y Alphard. Creo que por primera vez voy a tener una cena familiar en la que si me sienta a gusto.
Mientras los hombres adultos están terminando de arreglar la mesa en el patio trasero y las mujeres están en la cocina, nosotros tres estamos en la sala jugando con la pequeña arcoíris de mi sobrina.
—James realmente sería un buen padre —me dice Alni inclinándose para quedar más cerca de mi oído. Ambos vemos a James hacerle cosquilla a Dora y como ella cambia el color de su cabello mientras trata de separarse.
—Tal vez si, aunque dudo que la otra pelirroja le dejé que le enseñe unas buenas bromas —me giro para verla y sus ojos se conectan con los míos.
—¿Qué te hace creer que terminaría teniendo hijos con Lily?
Mis ojos bajan a sus labios y ella se muerde ligeramente el inferior.
—Algo me lo dice —vuelvo a verla a los ojos—, además, ya hasta hablan a mitad del pasillo ¿No?
—Tienes razón.
James por fin deja en paz a mi sobrina y ahora es ella quien se le va encima para tratar de vengarse, cosa que hace reír a James y a nosotros, incluso a Lara, que aparece en la sala y los mira entretenida, soltando un suspiro.
—Cada que la veo, me recuerda a otra niña imperativa que era difícil de que estuviera sentada en un solo lugar por más de un minuto —dice mirando a si hija, que finge inocencia, pero si que le creo—. Alni, por favor, baja la vajilla que me regaló tu abuela.
—¿No la tenías aquí abajo?
—Esa es la pequeña, la otra está en el ático.
—Bien —Alni se pone de pie y me mira— ¿Me ayudas? Porque dudo que James pueda.
Me pongo de pie y la sigo escaleras arriba, no sin antes ver a mi tío Altair entrar y mirarnos desaparecer por las escaleras.
—Creo que James ya nos quitó el lugar de ser los favoritos de Dora —me dice mi prima con diversión en su tono de voz.
