A pesar de llevar el mismo apellido, no era para nada parecida a su familia.
Alnitak Black conocerá a esa parte de la familia, que despreciaron a su abuelo por nacer diferente, cuando ella entre a Hogwarts, pero no todos ellos son despreciables, en...
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-Sirius-
—Obviamente Alni va a querer tener sexo —habló Remus después de estar un momento en silencio, considerando lo que le había dicho—. No es secreto para nosotros que lo hizo con Roger, pero...
—¿Qué? —pregunte dándole el último trago a mi bebida. Le doy una mirada a las escaleras del lugar, para asegurarme de que Alnitak no llegara del baño.
—Nada —negó con la cabeza y jugo con el tarro, dándole vueltas entre sus manos.
—Vamos, Lunático, suéltalo.
—Ya sabes, no se si quiero intentarlo aun —dijo sin mirarme, pero sabía que entendía a lo que se refería. Remus soltó una risa y negó con la cabeza de nuevo.
—¿Ahora qué?
—Ya entendí porque sacaste el tema —esta vez si me mira y no parece enojado, más bien divertido—. ¿Fue tu manera de pedirme permiso para estar con ella?
—Acordamos que no iba a ver secretos entre nosotros.
—Sí, lo recuerdo, pero... —sus mejillas se sonrojaron ligeramente y su mirada se dirigió a las escaleras, yo miro hacía atrás y Alni ya apareció—. Esto es lo mismo que dije ese día, si ella quiere, adelante. Solo, por favor —regreso la mirada a él—, no quiero saber los detalles.
—Podría darte consejos para cuando tu quieras intentarlo —digo de broma y él me da una mirada de advertencia, así que dejo el tema de lado una vez que nuestra pelirroja llega a nuestra mesa. Me pongo de pie para que tome su lugar en medio de ambos.
Seguimos bebiendo solo unos cuantos tragos más, Remus no quiere que nos pongamos muy ebrios porque, según él, no va a batallar con nosotros para llevarnos de regreso al castillo y yo no quiero porque no disfrutaría lo que quiero hacer.
Cuando se hace más tarde, salimos y nos vamos a donde están esperando los carruajes y nos subimos a uno de los últimos que quedan, no vemos a los demás, así que asumimos que ya se han adelantado. Como el carruaje ya llevaba gente, me toco sentarme en frente a los otros dos. Alnitak iba con la cabeza apoyada en el hombro de Remus, pero mantiene la mirada en mí mientras el castaño juega con sus dedos distraídamente, los que platican son los otros, pero Alni con su mirada, me dice lo que quisiera escuchar con su propia voz, pero eso es suficiente y me hace sonreír.
Al llegar al castillo, nos dirigimos al comedor y ahí están nuestros amigos, aunque Marlene está sentada junto a Dorcas en el extremo de la mesa de Ravenclaw, yo le resto importancia, es una costumbre entre ellas.
—¿Y que tal se la pasaron todos? pregunto, sentándome a un lado de Cornamenta y le doy un codazo para que hable primero, pues quiero saber como va con su pelirroja.
