018: TIEMPO PARA PENSAR

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Las vacaciones por fin habían comenzado, todos los estudiantes de Hogwarts disfrutaban de levantarse tarde en sus casas, algunos comenzaban empacar diferente ropa para pasar sus días de descanso en algún otro lado, como Lily Evans, que se fue junto a sus padres y hermana a Francia o Alnitak Black que decidió pasar dos semanas con sus abuelos maternos en Brasil.

Alnitak esperaba que en ese tiempo fuera de Londres le ayudara a pensar en lo que había hecho en la fiesta de fin de año, aún no podía creer que lo había hecho, los mismo pensaba Sirius, ninguno de los dos pudo olvidarlo o creer que había sido alguna alucinación por el alcohol.

Alnitak se la pasaba todo el día ayudando a su abuela en la tienda de libros de hechizos y encantos, tratando de mantener la mente ocupada, pero cada que tomaba un descanso, se volvía a ver a ella misma sobre Sirius, besándolo y sentir las manos de la su primo en su cintura.

—¿Qué tanto pasa por esa mente? —preguntó André Lara golpeando con su dedo índice la frente de su nieta, regresándola a la realidad.

—En nada. —La pelirroja continuó acomodando los libros en la estantería.

—A mi no me engañas —André le quitó los libros de la mano a la pelirroja, que solo soltó un suspiro y se giro para ver a su abuelo materno—. No creas que solo Marius te conoce como a la palma de su mano. Has estado muy callada y más distraída que de costumbre. Y esos ojitos solo reflejan preocupación.

Alnitak se sentó en el banco y André se recargo en el mueble, con los brazos cruzados, esperando.

—Sí, estoy preocupada por todo lo que esta pasando en Londres —contestó por fin la pelirroja sin saber si le contará la otra cosa que le preocupa—, el que mis padres hayan decidido quedarse en vez de venir a descansar un poco.

—¿Y que más?

—Nada. Es solo que sigo pensando en el idiota de mi ex —contestó con un movimiento de mano, restándole importancia.

André se le quedó viendo, como si quisiera descifrarla, cosa que podía con facilidad cuando su nieta era una niña, pero ahora le era más difícil.

—Sabes que cualquier cosas que quieras hablar, puedes acudir a mí. —André le pellizcó la mejilla, regalándole una sonrisa, gesto que le regresó su nieta.

—Claro que lo se.

André dejó que siguiera con su trabajo mientras él se iba a abrir la tienda. Alnitak se esforzó por dejar todos aquellos pensamientos atrás, quería disfrutar de sus abuelos maternos, del hermoso clima de Brasil, ya cuando regrese a Londres seguirá preocupándose de aquello.

Mientras tanto, en Londres, Sirius terminó de acomodar las cosas en el apartamento que Alphard le había dado, se sentía bien de tener su propio espacio, de poder hacer lo que quiera a la hora que quiera. Sus amigos lo habían acompañado para conocer el nuevo hogar del pelinegro.

𝘼𝙡𝙣𝙞𝙩𝙖𝙠 𝘽𝙡𝙖𝙘𝙠// É𝙥𝙤𝙘𝙖 𝙈𝙚𝙧𝙤𝙙𝙚𝙖𝙙𝙤𝙧𝙖Donde viven las historias. Descúbrelo ahora