A pesar de llevar el mismo apellido, no era para nada parecida a su familia.
Alnitak Black conocerá a esa parte de la familia, que despreciaron a su abuelo por nacer diferente, cuando ella entre a Hogwarts, pero no todos ellos son despreciables, en...
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El sol no estaba tan intenso, de hecho, aun se sentía un poco de frío y eso fue un excelente clima para los miembros del equipo de Quidditch de Gryffindor, pues así era más cómodo para entrenar. Incluso para aquellos que acompañaban a sus amigos desde las gradas.
Dorcas, Lily, Peter y Remus habían conseguido un buen lugar para ver todo y sin que el sol les diera por completo, Así como un buen lugar para que James y Marlene los vieran.
La morena no apartó la vista de la rubia, viendo como hacía enojar a James por estarlo interrumpiendo, eso le hizo reír y negar con la cabeza. Desde un principió, no se arrepintió de haberle hablado y comenzado una amistad con ella, a pesar de que sus padres le habían dicho que debía relacionarse con personas importantes, es decir, de apellidos importantes en el mundo mágico, pero fue como Sirius, no les hizo caso, al menos, sus padres no lo tomaron tan mal, no como ahora que ya se enteraron de que su nueva relación era con una chica.
Obviamente que alguien fue de chismoso con sus padres y le había llegado una carta, pidiendo explicación, la cual no había contestado y por eso no había salido en las vacaciones de pascua, decidió quedarse y Marlene le hizo compañía. Pero no podía quedarse en Hogwarts en vacaciones de verano, por lo que debía de prepararse para enfrentar a sus padres.
—¿Qué te preocupa? —preguntó Remus, atrayente la atención de la morena a él, que la miraba con el ceño ligeramente fruncido.
—¿Por qué piensas que me preocupa algo? —dijo, regresando su vista al frente, buscando entre todos los jugadores a su novia.
—Solo lo se —se encogió de hombros y también miró al frente— y se que, sea lo que sea que te preocupa, involucra a Marlene ¿no es así? —El castaño regresó su mirada a la Ravenclaw, que asintió ligeramente con la cabeza— No sabes cómo decirle a tus padres sobre su relación ¿cierto?
Dorcas soltó un suspiro y de acomodo el cabello, que con ayuda de Marlene, se había hecho pequeñas trenzas, pues ya no soportaba que su cabello se le esponjara mucho.
—¿Tu ya le dijiste a tus padres de tu relación de tres? —contraatacó la morena viéndolo. A lo que Remus solo sonrió divertido.
—No hagas eso, Dorcas.
—¿Hacer qué?
—Evitar mi pregunta con otra pregunta —el castaño saco algunos chocolates, tomó uno, le dio uno a la morena y le ofreció a Lily y Peter, que estaban hablando muy cómodamente.— Y a tu pregunta, si, ya les conté de nuestra rara relación.
—¿Y cómo reaccionaron tus padres?
Remus volvió a encogerse de hombros e hizo una mueca, restándole importancia.
—Solo parecieron sorprendidos y me aconsejaron que si no me sentía a gusto, no siguiera con eso.
«Si yo hablara con mis padres ¿Me dirían lo mismo?» Pensó ella sabiendo la verdad, pero no dijo nada de eso, solo siguió desviando el tema principal.
