047: NO QUIERO LLEVAR MUY RÁPIDO LO NUESTRO

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Recorría la habitación con la mirada, admirando cada pequeña cosa y detalle que veía en el lugar

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Recorría la habitación con la mirada, admirando cada pequeña cosa y detalle que veía en el lugar. 

Dorcas casi río al ver a Marlene girar sobre sus talones y alzar la cabeza para ver el techo. La morena dejo sus cosas sobre el escritorio y se recargo en este, sin dejar de ver a su novia. 

—Tienes razón, es más bonita la habitación de Ravenclaw que la de Gryffindor —dijo por fin Marlene, acercándose al estante que su novia le indició que era el suyo—. ¿Esto es un... mini telescopio?

Tomó con cuidado el pequeño artefacto dorado y miró a su novia, que asintió con la cabeza y se acercó a donde ella estaba parada. 

—Me lo regalo mi abuela. 

—¿Todavía tiene la esperanza de que estudies astrología? —preguntó Marlene dejando el telescopio en su lugar y mirando el titulo de los libros que tenía hay. 

—Al parecer sí, pero es el abuelo quien trata de convencerla de que no será así —tomó un libro, un poco más pequeño y se lo mostró—, me regaló este en el verano. Según él, para que comience a estudiar para cuando entre a la academia de aurores. 

Marlene tomó el libro, no era muy grueso, pero lo reconoció de inmediato. 

—¿Cómo lo consiguió? —giró la cara para encontrarse con los oscuros ojos de Dorcas— Según mis padres, no dan esta guía hasta que entres a la academia. Y ni siquiera te lo dejan una vez que terminas. 

Dorcas se encogió de hombros.

—Ni idea, a veces mi abuelo consigue cosas que son difíciles de conseguir. 

—Esto de va ayudar mucho, enserio. 

Abrió el libro y pasó las paginas, recordando cuando lo leía junto a su madre. Dorcas se le quedó mirando un rato antes de quitarle el libro y dejando en su lugar. Marlene se giró para verla con el ceño fruncido, pero la morena se dio la vuelta y caminó de regreso a su escritorio. 

—Ya después te lo prestaré para que lo veas mejor —abrió su mochila y saco su libro de encantamientos—, ahora a lo que vinimos. 

—Dorcas, ya te lo dije, no es necesario perder el tiempo con ese hechizo —se acercó a ella—, apuesto lo que quieras a que no viene en el examen. 

—Quizás no venga, pero debes aprenderlo, es muy útil. 

Abrió el libro, buscando la pagina donde estaba aquel hechizo que apenas habían comenzado a practicar en clase, pero su búsqueda quedo a la mitad cuando Marlene le arrebató el libro de las manos y antes de que pudiera protestar, sintió los labios de la rubia sobre los suyos. 

La mano de Marlene que sostiene el libro se apoyó en la mesa mientras que la otra quedaba en la mejilla de su novia. Dorcas inclinó un poco la cabeza para profundizar el beso y colocó ambas manos en las mejillas de la rubia. 

𝘼𝙡𝙣𝙞𝙩𝙖𝙠 𝘽𝙡𝙖𝙘𝙠// É𝙥𝙤𝙘𝙖 𝙈𝙚𝙧𝙤𝙙𝙚𝙖𝙙𝙤𝙧𝙖Donde viven las historias. Descúbrelo ahora